lunes, 7 de junio de 2010

Los teléfonos móviles provocan alteraciones de las ondas cerebrales

Los teléfonos móviles provocan alteraciones de las ondas cerebrales

Wolgang Maes

Primeras mediciones del campo de energía con las que poder apreciar el riesgo biológico

La revista alemana "Test Ecológico", en su número 9 de Septiembre de 1994 publicó el primer test realizado sobre los teléfonos móviles.

Hasta ese momento, y a pesar de que se hablaba mucho de los riesgos biológicos, nadie sabía a ciencia cierta a qué distancia habia que contar con ellos, ya que no obstante saber por las investigaciones del Dr. Lebrecht von Klitzing que, a partir de intensidades de campo de 0,1 microwatio/cm2 eran de esperar alteraciones de las ondas cerebrales nadie tenía idea de en qué circunstancias de la vida diaria se alcanzaba esa intensidad de 0,1 microwatio /cm2.

Nuestra empresa Biología de la Construcción Maes y Socio, recibió el encargo de "Test Ecológico" de realizar las mediciones pertinentes y evaluar los riesgos de los teléfonos móviles. Para este cometido contamos con la colaboración de la empresa Hewlett-Packard, que puso a nuestra disposición los más valiosos aparatos de medición, así como al ingeniero André van der Stichelen, acreditado especialista en tecnología de medición de microondas. Las pruebas se realizaron en el laboratorio de la Universidad Técnica de Bochum, en una sala completamente aislada de altas frecuencias y totalmente libre de campos.

La Redactora de "Test Ecolóqico", Reqine Cejka, investigó durante semanas, contactó con muchas universidades, telefoneó a medio mundo y escribió un reportaje, que levantó una gran polvareda y del que aquí ofrecemos un extracto: "se tenían muchas sospechas, pero ahora existe la prueba: El que utiliza el teléfono móvil se contamina a si mismo y al medio ambiente con radiación electromagnética fuerte. Los resultados superan las previsiones más pesimistas.

El Ministro Federal de Comunicaciones (de Alemania) Bösch al parecer ya se barruntaba lo que se le venía encima cuando declaró en una conferencia de prensa: "La acalorada discusión acerca de la energía nuclear es posible que nos parezca una suave brisa, por comparación con lo que va a representar el tema de las redes de telefonía móvil".

Generalmente en los teléfonos móviles, se distingue entre la trasmisión de sonido analógica y la digital. En los teléfonos de trasmisión analógica, las antenas de los teléfonos emiten ondas electromagnéticas de alta frecuencia en las que se encuentra la información hablada. Estas ondas van a parar a una estación fija, que elabora electrónicamente las ondas que recibe y las transmite al receptor. La Red C, que explota la filial de Telekom, Dete-Mobilt funciona por ejemplo por este sistema.

La Trasmisión pulsante es el problema

La transmisión digital se encuentra en las redes D- y E las cuales no son compatibles entre si ni tampoco con la red analógica C. En la red digital D, las señales portadoras de ínformación, se emiten codificadas en series numéricas a la frecuencia de 217 Herzios. Es decir, la conversación es cortada 217 veces por segundo. Y ahí estriba el problema.

El físico-médico, Dr. Lebrecht von Klitzing, de Lübeck, ha comprobado en un experimento realizado con voluntarios, que después de estar sometidos durante 15 a 20 minutos a una radiación de alta frecuencia de 217 Herzios, aparecen unos picos y curvas en el EEG (Electroencefalograma), que hasta ahora ningún médico había observado. Lo sorprendente en el descubrimiento de Klitzing es que estos "Peaks", producidos como reacción del cerebro, seguían manifestándose, aún mucho después de haber desconectado la radiofrecuencia. En algunas de las personas sometidas a la prueba, el científico pudo observar alteraciones de las ondas cerebrales después de transcurridas 24 horas e incluso más.

En cambio, esperimentos similares, realizados con campos no pulsantes, no produjeron ningún efecto.

Desde hace ya más de 15 años hay indicios que apuntan a que los campos pulsantes provocan problemas específicos. Así, por ejemplo, ha quedado demostrado que por el efecto de dichos campos se incrementa la salida de calcio a través de las membranas de las células.

A las preocupantes investigaciones del físico-médico Dr. Lebrecht von Klitzing, hay que añadir la reciente constatación de los físicos de la Clínica Universitaria de Lübeck, según la cual la reacción inmunológica de las celulas sometidas a campos pulsantes o alternos queda reducida en un 90 por ciento. Adicionalmente, en una serie de pruebas con ratas a muy bajas intensidades, se constataron cambios en la actitud de huida y aprendizaje de los animales.

Los científicos de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad Gutenberg de Maguncia, Dr. Joaquim Roschke y Dr. Klaus Mann, hicieron una observación muy interesante: Dejaron emitiendo toda una noche un teléfono móvil al lado del sujeto experimental, con el efecto de que las fases REM, es decir, la fase de sueños intensos, se redujeron. Estas fases REM son muy importantes para la elaboración de la información por al cerebro, especialmente en lo referente a nuevas vivencias.

Graves reproches

En un seminario internacional sobre campos pulsantes, celebrado recientemente en Copenague, los dos promotores de la red D-R Telekom y Mannesmann recibieron muchas criticas de sus colegas. En especial los americanos criticaron que en Alemania con estas nuevas redes D- y E- se está protegiendo una tecnologfa que tiene todavía muchos puntos oscuros. Actualmente existen en USA enormes proyectos de investigación para determinar en primer lugar si es que la tecnología de trasmisión digital de la información, sin cable, no ofrece problemas.

Frente a estas reservas, tanto los promotores de las redes como los fabricantes de los aparatos móviles no ofrecen más que declaraciones generales de su inocuidad. Así por ejemplo el portavoz de prensa de Mannesmann Teléfonos Móviles, Christian Smolow, afirmó que "no existía ningún peligro en los teléfonos móviles" pero sin demostrar sus afirmaciones.

También Stefanie Reuter, encargada de prensa de la Red E-Plus, puesta en marcha en primavera de 1994, respondiendo a la pregunta, dijo únicamente que "actualmente todavía no disponemos de pruebas sobre la red E-"

Unas Señoras bofetadas

La revista "Test Ecológico" subsana ahora lo que hasta hoy no han hecho ni los promotores de redes móviles ni los fabricantes. En el laboratorio es casi imposible reproducir todas y cada una de las condiciones de utilización de los teléfonos móviles en la vida diaria, ya que los teléfonos emiten con más o menos potencia, según situación y distancia a la estación fija más próxima.

Por eso, nosotros hemos realizado las pruebas simulando la peor situación posible que se puede dar en la práctica; a saber cuando por ejemplo, la torre emisora está muy alejada o cuando se interpone entre ésta y el teléfono una masa constructiva densa (casa) ó chapa de acero (coche), en cuyo caso el teléfono tiene que emitir a mayor potencia.

Nuestros expertos han medido las intensidades de radiofrecuencia que emiten las antenas de los teléfonos a una distancia de 30 cms. y con estos datos se han calculado las así llamadas "Densidades de energía".

Nuestro test muestra enormes diferencias entre los distintos aparatos: Así, el Nokia 2110 es el que menos contamina, solamente 345 microwatt/cm2 intensidad de campo, mientras que el Panasonic EB-KJ 3810, equivalente al anterior, produce 1693 mikrowatt/cm2 y es el que más contamina. Pero incluso la densidad de energía calculada sobre el Nokia está muy por encima de los valores tolerados en los países del Este: Mientras que la norma DIN alemana autoriza hasta 450 microwatt/cm2, en la antigua Unión Soviética el máximo tolerado es de 1 microwatt/cm2.

Pero aquí hay que tener en cuenta que los valores alemanes se refieren a un valor medio, calculado teóricamente. Nosotros, en cambio con indudable sentido práctico hemos medido, no el valor medio, sino los valores punta realmente existentes. Esto merece una explicación: Las redes digitales emiten radiación pulsante. Esta radiación se compone de una pulsación máxima, el Peak, y de las pausas entre los Peaks. Los valores DIN se basan en el valor promedio de la suma de peaks más pausas, y no en los valores máximos reales, que inciden sobre el cuerpo. Este procedimiento falsea la imagen y, como dice el profesor Gunther Käs de la Escuela Superior del Ejército de Tierra Alemán, en Nuebiberg, "Si tomamos unas señoras bofetadas y les sumamos las pausas intermedias entre bofetada y bofetada y de ello sacamos el valor medio aritmético, entonces se habrán convertido en suaves caricias".

Resultado de las mediciones

Los teléfonos móviles, medidos a 30 cms. de distancia, están diez mil veces por encima de los valores que provocan alteraciones en el EEG, según el Dr. Lebrecht von Klitzingt el cual, al conocer nuestros resultados, manifestó tengo que decir sinceramente que estoy consternado.

La intensidad de campo que se considera problemática por provocar alteraciones del EEG, se detectaba ya a 90 metros en el aparato de AEG Telcar D-902, a 50 metros en los aparatos AT&T 3230 y Panasonic EB-KJ 3810, a 20 metros en otros aparatos, y en todos sin excepción, a los 10 metros.

Nuestros valores se refieren siempre al así llamado campo lejano, que empieza a los 30 cms. de distancia. Por descontado que a nivel de la cabeza los valores medidos se multiplican. El Dr. Rudiger Mathes, de la Oficina Federal Alemana para Protección contra las Radiaciones nos advirtió de que "en ese supuesto se sobrepasaban con toda seguridad los valores máximos DIN". Lo que pasa es que hasta hoy nunca se han medido o, en todo caso, nunca se han publicado las mediciones.

La empresa sueca Allgon contribuyó a que las cosas quedaran así, por lo menos, de momento, ya que esta firma nos suministró la antena medidora para nuestras investigaciones, pero en cambio, se negó a facilitarnos los datos técnicos de la antena, necesarios para calcular las mediciones a distancias inferiores a 30 cms. Sucedió que durante semanas enteras estuvimos pidiéndoles nos facilitaran los datos requeridos, pero ahora está claro que se dieron cuenta de nuestras intenciones y nos fueron dando excusas una y otra vez, hasta que finalmente, poco antes de cerrar la edición, se negaron en redondo a facilitarnos los datos.

Por otro lado, los fabricantes de los teléfonos también intentan enmascarar la problemática, al declarar que ellos no saben nada. El Portavoz de Telekom ante la prensa, Achim Muth, nos comunicó: "En nuestra casa no se realizan tales mediciones; por tanto, no podemos comparar los resultados".

La Asociación para Investigación de Radiofrecuencias, recientemente creada por la Industria, es evidente que tampoco tiene ninguna prisa por llevar a cabo sus objetivos estatutarios, ya que, ni la Asociación ni su gerente Gerd Friedrich reaccionaron a nuestras repetidas peticiones de una entrevista.

En tanto que los promotores de las redes de telefonía móvil, los fabricantes de teléfonos y los Ministerios se afanan con esfuerzo en retrasar el necesario debate critico sobre la telefonía móvil, las companías de seguros alemanas hace tiempo que han reaccionado: Así, por ejemplo, la Companía de Seguros Allianz manifiesta: "Desde 1993 en la industria excluimos la cobertura del riesgo por radiaciones electromagnéticas."

Como final al reportaje de "Test Ecológico", es de destacar que la falta de investigación en este sector es de, tal magnitud que inspira miedo, y que hay que estar prevenido ante la radiación pulsante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario