
lunes, 7 de junio de 2010
Un Mundo Mejor es Posible,.....
Un mundo mejor es posible siempre y cuando exista la disposición y la voluntad de todos los muchos que pueblan la tierra, para que la sonrisa de un niño y la gratitud de un anciano no sean la excepción sino la norma. Para que los bosques persistan, así como las aguas y sobre todo se respete la dignidad y soberanía de los pueblos haciendo la vida vivible y justa, y colocando los adelantos científicos y tecnológicos al servicio de las grandes mayorías y de sus necesidades.
Campos Electro-Magnéticos y Salud: Estado actual
Campos Electro-Magnéticos y Salud: Estado actual
C.Gómez-Perretta y M. Portolés Sanz
Centro Investigación, Hospital Universitario LA FE
46009 Valencia
email: gomez_cla@gva.es
La exposición actual a los campos magnéticos bajo diversas fuentes de energía interesa no solo a los profesionales sino cada vez más a una gran parte de la población preocupada por conocer sus posibles efectos sobre su salud.
Esta nueva exposición no puede ni debe compararse con la sufrida hasta ahora y debida fundamentalmente al campo magnético de la tierra que es de origen estático e inocuo para nuestro organismo, por no proceder de cargas en movimiento(electricidad).
Además, la corriente utilizada generalmente por la industria es alterna en vez de continua con lo que el nivel de percepción o intensidad mínima de corriente que el ser humano es capaz de detectar es menor. Este valor es muy subjetivo, oscilando entre 10 microamperios (que daría lugar a un CM de 0.5 microteslas) y 0.5 miliamperios para alterna y entre 2 y 10 mA para continua. Además, es importante mencionar que desafortunadamente los umbrales más bajos de percepción se dan precisamente para las frecuencias de las líneas industriales (50-60 Hz).
Sin embargo, los límites de exposición recomendados por la OMS/NHMRC en un principio se establecieron en función de los efectos INMEDIATOS que sobre la salud pudieran inducir CE o CM externos. Estos límites se corresponden con las densidad de corriente que son generalmente en el límite de los CEM generados por nuestro propio organismo por encima de 10 miliamperios. Según este criterio se establece en 0.5 militeslas el umbral de afectación que correspondería con una intensidad de corriente entre 1 y 10 miliamperios. Sin embargo, si tuviéramos que utilizar el concepto de nivel de percepción mínimo tendríamos que adoptar un criterio 1000 veces menor de umbral tolerable y admitir como 0.5 microteslas el valor de CM como valor de exposición aceptable, al menos para personas de máxima sensibilidad. Pero cual sería el nivel aceptable de tolerancia para un individuo en gestación y/o en niños o adolescentes ¿? Por desgracia, mientras se proteje laboralmente y socialmente a la mujer embaraza de las radiaciones ionizantes(Rayos X...) no sucede lo mismo con las no ionizantes. Multitud de utensilios profesionales y domésticos generan importantes CM a su alrededor. Desde un secador de pelo hasta un aparato de magnetoterapia pueden asociar un CM que exceden los 100 uT y cuya efecto teratogénico(riesgo para el feto) ha sido valorado en algunos estudios. Así, Juutilainen et al.1993 llegaron a la conclusión de que las mujeres expuestas a CM de origen doméstico durante su gestación con intensidades superiores a 0.63 uT tenían más riesgo de aborto que aquellas mujeres expuestas a un CM inferior a 0.13 uT.
Previamente, Delgado et al. 1983 describieron como se detenía la embriogénesis de un embrión de pollo cuando se le exponía a un CM de 1 uT de 100Hz de frecuencia. domésticoy , por ejemplo ? En resumen, niveles poco significativos para algunos pueden ser determinantes para otros. Por ejemplo, los estudios de Green et al, 1999 establecen una mayor asociación entre CM y riesgo de leucemia en función de la edad. De esta forma, los más jóvenes serían en principio más vulnerables.
Además, la falta de sintomatología propia que pueda relacionar la exposición a CM con una enfermedad específica hace que el diagnóstico por parte del clínico sea más complicado, sobretodo si por desconocimiento no puede lógicamente llegar a pensar en tal posibilidad. Por ejemplo, desde 1966 se conoce la existencia de la enfermedad de las radiofrecuencias o síndrome de los microondas a partir de la aparición de unos síntomas en trabajadores de bases militares expuestos crónicamente a hiperfrecuencias que son la base de la telefonía móvil actual. Dichos síntomas son comunes a cualquier otra alteración funcional debida a múltiples causas y solo la aparición de estos signos en una población determinada y médico-laboralmente controlada pudo orientar eficazmente su causalidad. Sin embargo, esta dolencia distribuida en el conjunto de la población y debida a cualquierfuente de radiación EM es difícilmente identificable no solo por el sujeto afectado sino por su médico desconocedor de esta nueva sindromología. Diversas hipótesis apuntan sobre la glándula pineal como una de las explicaciones más plausibles. Se conoce que la exposición crónica puede alterar la liberación de su hormona melatonina responsable de los ritmos biológicos a nivel de sistemas u órganos como el cerebro,corazón,endocrino..,inhibición de la peroxidación favorecedora del envejecimiento...e incluso activación del gen supresor de las formación de tumores p 53. Por lo tanto, una disminución de la melatonina puede jugar a corto y largo plazo un papel crucial en la aparición de enfermedades neurológicas, cardiológicas, inmunológicas o mayor vulnerabilidad frente a los agentes infecciosos además de favorecer la aparición de tumores. Por ejemplo, recientemente la revista Journal of Sleep Research (1) publicaba un trabajo realizado en humanos demostrando que la hormona melatonina, producida por la glándula pineal, disminuía cuando se conectaba una fuente de radiación de un microtesla y se recuperaba cuando ésta se apagaba. El experimento de por sí concluyente no lo hubiera sido tanto si esto no hubiera sido correlacionado con una disminución objetiva mediante EEG de la calidad del sueño de los sujetos sometidos a la radiación EM.
Por otro lado, desde los trabajos de Wertheimer y Leeper (2) se baraja la posible asociación entre la exposición crónica a los CEM y diversas enfermedades como por ejemplo el cáncer.
Los trabajos(3,4) del Instituto Karolinska de Estocolmo(Suecia) han puesto de manifiesto que existe un riesgo de contraer leucemia cuando el CM al que están sometidos crónicamente los niños supera los 0.2 microteslas. Riesgo que aumenta a medida que lo hace la magnitud del CM.
De esta forma, se puede hablar de asociación o riesgo moderado en el caso de 0.2 microteslas y de elevado cuando sobrepasa los 0.3 microteslas.
Este estudio, publicado en el "American Journal of Epidemiology" en Octubre de 1993 realiza cuatro medidas del CM durante cinco minutos cada una no solo donde vivía cuando se diagnosticó su leucemia sino en todas las anteriores de tal forma que obtiene un promedio de CM medio de exposición. Sin embargo, otros estudios famosos como el de Martha Linet(5) publicado en el New England Journal of Medicine no tuvo en cuenta exposiciones anteriores a los cinco años desde el diagnóstico de la enfermedad basándose en que no existe evidencia de que una baja CM pueda inducir efectos genotóxicos. Es decir, que como no hay datos de que estas bajos CM produzcan daños en el genoma es improbable para estos autores afirmar que un niño expuesto a los CM solo en su infancia pueda sufrir un cáncer con posterioridad.
Pero lo que más nos llama la atención es que este artículo utilizado como exponente de la negatividad de relación entre CM y cáncer no es totalmente rotundo en esa aseveración. Así, admite que no puede excluir la posibilidad de riesgo, aunque habla de pequeño cuando el valor del C
pueda exceder los 0.5 microteslas( pagina 6, primer párrafo).
En resumen, y solo con respecto a las leucemias en niños, existen al menos 11 trabajos que asocian estadísticamente la exposición crónica a CM y dichos cánceres mientras que otros 6 si incluimos el de Linet no encuentran esa clara asociación. Una explicación plausible viene dada por Green y colaboradores en un reciente artículo publicado en la revista Cancer Causes and Control en 1999(6) donde evidencia que una posible explicación sobre la disparidad encontrada puede deberse a aspectos metodológicos. Así, observa que cuando se realizan medidas continuas del CM con un dispositivo capaz de medir la magnitud del CM colocado permanentemente en el niño los resultados evidencian una mayor asociación entre exposición a CM y leucemia que cuando se efectúan medidas puntuales. Y además la evidencia es más constatable para CM superiores a 0.3 microteslas. De aquí que se podría deducir que si los trabajos anteriores hubieran utilizado este dispositivo de medida la asociación hubiera sido probablemente más evidente.
En resumen, creemos que las recomendaciones de los organismos tales como el NIEHS y la OMS de extremar la precaución no están encontrando el respaldo de la sociedad en su conjunto, desde los propios afectadoshasta los organismos competentes. Solo los muy avezados conocen que hay que alejarse lo más posible de los CM, ya sean líneas o fuentes de emisión como móviles, pantallas de TV, ordenadores, transformadores...
Además, la industria y por desgracia algunos centros públicos pero con vinculación privada emiten constantemente comunicados que tachan incluso de irracionales o alarmistas las noticias que alertan de la necesidad de tomar adecuadas medidas de precaución. En este caos de mentidos y desmentidos, de falta de más estudios epidemiológicos y de rumores e histerismos nos movemos en la actualidad. Esta situación favorece aún más la alarma social, llegándose a producir situaciones extremas y encontradas entre los partidarios de ambos planteamientos.
C.Gómez-Perretta y M. Portolés Sanz
Centro Investigación, Hospital Universitario LA FE
46009 Valencia
email: gomez_cla@gva.es
La exposición actual a los campos magnéticos bajo diversas fuentes de energía interesa no solo a los profesionales sino cada vez más a una gran parte de la población preocupada por conocer sus posibles efectos sobre su salud.
Esta nueva exposición no puede ni debe compararse con la sufrida hasta ahora y debida fundamentalmente al campo magnético de la tierra que es de origen estático e inocuo para nuestro organismo, por no proceder de cargas en movimiento(electricidad).
Además, la corriente utilizada generalmente por la industria es alterna en vez de continua con lo que el nivel de percepción o intensidad mínima de corriente que el ser humano es capaz de detectar es menor. Este valor es muy subjetivo, oscilando entre 10 microamperios (que daría lugar a un CM de 0.5 microteslas) y 0.5 miliamperios para alterna y entre 2 y 10 mA para continua. Además, es importante mencionar que desafortunadamente los umbrales más bajos de percepción se dan precisamente para las frecuencias de las líneas industriales (50-60 Hz).
Sin embargo, los límites de exposición recomendados por la OMS/NHMRC en un principio se establecieron en función de los efectos INMEDIATOS que sobre la salud pudieran inducir CE o CM externos. Estos límites se corresponden con las densidad de corriente que son generalmente en el límite de los CEM generados por nuestro propio organismo por encima de 10 miliamperios. Según este criterio se establece en 0.5 militeslas el umbral de afectación que correspondería con una intensidad de corriente entre 1 y 10 miliamperios. Sin embargo, si tuviéramos que utilizar el concepto de nivel de percepción mínimo tendríamos que adoptar un criterio 1000 veces menor de umbral tolerable y admitir como 0.5 microteslas el valor de CM como valor de exposición aceptable, al menos para personas de máxima sensibilidad. Pero cual sería el nivel aceptable de tolerancia para un individuo en gestación y/o en niños o adolescentes ¿? Por desgracia, mientras se proteje laboralmente y socialmente a la mujer embaraza de las radiaciones ionizantes(Rayos X...) no sucede lo mismo con las no ionizantes. Multitud de utensilios profesionales y domésticos generan importantes CM a su alrededor. Desde un secador de pelo hasta un aparato de magnetoterapia pueden asociar un CM que exceden los 100 uT y cuya efecto teratogénico(riesgo para el feto) ha sido valorado en algunos estudios. Así, Juutilainen et al.1993 llegaron a la conclusión de que las mujeres expuestas a CM de origen doméstico durante su gestación con intensidades superiores a 0.63 uT tenían más riesgo de aborto que aquellas mujeres expuestas a un CM inferior a 0.13 uT.
Previamente, Delgado et al. 1983 describieron como se detenía la embriogénesis de un embrión de pollo cuando se le exponía a un CM de 1 uT de 100Hz de frecuencia. domésticoy , por ejemplo ? En resumen, niveles poco significativos para algunos pueden ser determinantes para otros. Por ejemplo, los estudios de Green et al, 1999 establecen una mayor asociación entre CM y riesgo de leucemia en función de la edad. De esta forma, los más jóvenes serían en principio más vulnerables.
Además, la falta de sintomatología propia que pueda relacionar la exposición a CM con una enfermedad específica hace que el diagnóstico por parte del clínico sea más complicado, sobretodo si por desconocimiento no puede lógicamente llegar a pensar en tal posibilidad. Por ejemplo, desde 1966 se conoce la existencia de la enfermedad de las radiofrecuencias o síndrome de los microondas a partir de la aparición de unos síntomas en trabajadores de bases militares expuestos crónicamente a hiperfrecuencias que son la base de la telefonía móvil actual. Dichos síntomas son comunes a cualquier otra alteración funcional debida a múltiples causas y solo la aparición de estos signos en una población determinada y médico-laboralmente controlada pudo orientar eficazmente su causalidad. Sin embargo, esta dolencia distribuida en el conjunto de la población y debida a cualquierfuente de radiación EM es difícilmente identificable no solo por el sujeto afectado sino por su médico desconocedor de esta nueva sindromología. Diversas hipótesis apuntan sobre la glándula pineal como una de las explicaciones más plausibles. Se conoce que la exposición crónica puede alterar la liberación de su hormona melatonina responsable de los ritmos biológicos a nivel de sistemas u órganos como el cerebro,corazón,endocrino..,inhibición de la peroxidación favorecedora del envejecimiento...e incluso activación del gen supresor de las formación de tumores p 53. Por lo tanto, una disminución de la melatonina puede jugar a corto y largo plazo un papel crucial en la aparición de enfermedades neurológicas, cardiológicas, inmunológicas o mayor vulnerabilidad frente a los agentes infecciosos además de favorecer la aparición de tumores. Por ejemplo, recientemente la revista Journal of Sleep Research (1) publicaba un trabajo realizado en humanos demostrando que la hormona melatonina, producida por la glándula pineal, disminuía cuando se conectaba una fuente de radiación de un microtesla y se recuperaba cuando ésta se apagaba. El experimento de por sí concluyente no lo hubiera sido tanto si esto no hubiera sido correlacionado con una disminución objetiva mediante EEG de la calidad del sueño de los sujetos sometidos a la radiación EM.
Por otro lado, desde los trabajos de Wertheimer y Leeper (2) se baraja la posible asociación entre la exposición crónica a los CEM y diversas enfermedades como por ejemplo el cáncer.
Los trabajos(3,4) del Instituto Karolinska de Estocolmo(Suecia) han puesto de manifiesto que existe un riesgo de contraer leucemia cuando el CM al que están sometidos crónicamente los niños supera los 0.2 microteslas. Riesgo que aumenta a medida que lo hace la magnitud del CM.
De esta forma, se puede hablar de asociación o riesgo moderado en el caso de 0.2 microteslas y de elevado cuando sobrepasa los 0.3 microteslas.
Este estudio, publicado en el "American Journal of Epidemiology" en Octubre de 1993 realiza cuatro medidas del CM durante cinco minutos cada una no solo donde vivía cuando se diagnosticó su leucemia sino en todas las anteriores de tal forma que obtiene un promedio de CM medio de exposición. Sin embargo, otros estudios famosos como el de Martha Linet(5) publicado en el New England Journal of Medicine no tuvo en cuenta exposiciones anteriores a los cinco años desde el diagnóstico de la enfermedad basándose en que no existe evidencia de que una baja CM pueda inducir efectos genotóxicos. Es decir, que como no hay datos de que estas bajos CM produzcan daños en el genoma es improbable para estos autores afirmar que un niño expuesto a los CM solo en su infancia pueda sufrir un cáncer con posterioridad.
Pero lo que más nos llama la atención es que este artículo utilizado como exponente de la negatividad de relación entre CM y cáncer no es totalmente rotundo en esa aseveración. Así, admite que no puede excluir la posibilidad de riesgo, aunque habla de pequeño cuando el valor del C
pueda exceder los 0.5 microteslas( pagina 6, primer párrafo).
En resumen, y solo con respecto a las leucemias en niños, existen al menos 11 trabajos que asocian estadísticamente la exposición crónica a CM y dichos cánceres mientras que otros 6 si incluimos el de Linet no encuentran esa clara asociación. Una explicación plausible viene dada por Green y colaboradores en un reciente artículo publicado en la revista Cancer Causes and Control en 1999(6) donde evidencia que una posible explicación sobre la disparidad encontrada puede deberse a aspectos metodológicos. Así, observa que cuando se realizan medidas continuas del CM con un dispositivo capaz de medir la magnitud del CM colocado permanentemente en el niño los resultados evidencian una mayor asociación entre exposición a CM y leucemia que cuando se efectúan medidas puntuales. Y además la evidencia es más constatable para CM superiores a 0.3 microteslas. De aquí que se podría deducir que si los trabajos anteriores hubieran utilizado este dispositivo de medida la asociación hubiera sido probablemente más evidente.
En resumen, creemos que las recomendaciones de los organismos tales como el NIEHS y la OMS de extremar la precaución no están encontrando el respaldo de la sociedad en su conjunto, desde los propios afectadoshasta los organismos competentes. Solo los muy avezados conocen que hay que alejarse lo más posible de los CM, ya sean líneas o fuentes de emisión como móviles, pantallas de TV, ordenadores, transformadores...
Además, la industria y por desgracia algunos centros públicos pero con vinculación privada emiten constantemente comunicados que tachan incluso de irracionales o alarmistas las noticias que alertan de la necesidad de tomar adecuadas medidas de precaución. En este caos de mentidos y desmentidos, de falta de más estudios epidemiológicos y de rumores e histerismos nos movemos en la actualidad. Esta situación favorece aún más la alarma social, llegándose a producir situaciones extremas y encontradas entre los partidarios de ambos planteamientos.
CUESTIÓN DE DIGNIDAD HUMANA
CUESTIÓN DE DIGNIDAD HUMANA
Ana Isabel Rigueira García
a.rigueira.000@recol.es
No nos engañemos, señores. El problema de las antenas de telefonía móvil va mucho más allá de una simple discusión acerca de mayorías necesarias en las comunidades y de la declaración o no de sus ingresos a Hacienda.
En realidad es un problema tan serio como el de una gran falta de respeto hacia la dignidad humana y hacia los derechos de autonomía del hombre.
Para empezar, cuando se discute de la afectación o no de la salud debida a las antenas de telefonía móvil situada en los tejados, una tiene la impresión que el que plantea el tema habla por hablar y que, en realidad, no tiene ni idea de qué es la salud. La salud, según la Organización Mundial de la Salud (que seguro que sabe mucho de ello) es "el estado de perfecto bienestar físico, psíquico y social, y no la mera ausencia de enfermedad". Teniendo esto claro, sabemos que estas personas tan preclaras hablan de salud física, porque en lo que respecta a la salud psíquica y social, no hay discusión posible respecto a los problemas que se generan. Y si no, que nos pregunten a los afectados... o a nuestros vecinos.
Y, en cuanto a SALUD FÍSICA se refiere, cuando se interroga, tanto a empresas de telefonía como a autoridades acerca de su seguridad, la respuesta es: "de momento" no se ha visto que existan problemas... y se espera que con ello nos tranquilicemos todos y tengamos por seguro que los teléfonos móviles y sus estaciones base (vulgarmente "antenas") son inocuos. Pero si se busca información, se encuentra que la realidad es que tal seguridad SE ESTÁ INVESTIGANDO. Lo cual no quiere decir ni más ni menos que eso: que no se sabe. Pero que existen razones de peso suficiente como para que un montón de gente dediquen sus horas de trabajo para averiguarlo, y que además se destinen muchos millones de pesetas, euros o lo que sea en dicha investigación. Y además si se investiga dicho tema no es porque no se sepa nada de nada, sino porque existen mecanismos biológicos conocidos que justifican que sean procedentes tanto dispendio de dinero y tiempo. O sea, que mientras unos cuantos intereses creados pretenden que creamos que el significado de "no se sabe" sea "no produce daño hasta que se demuestre lo contrario",la realidad es que si dentro de unos años llega tal demostración ö y crucemos los dedos para que no llegue ö habremos estado expuestos sin remedio... y esperemos que no sea demasiado tarde.
Y cuando se dice que se está investigando además hemos de suponer que tales investigaciones se están realizando del único modo que se admite actualmente que deben realizarse con los seres vivos: respetando los llamados principios de bioética, a saber, la no maleficencia, autonomía, justicia y beneficencia. Ello supone que se ha tenido la deferencia de informar y pedir permiso para realizar tales investigaciones a un cierto número de "privilegiados" (autonomía), que dichas personas no pueden ser miembros de la sociedad especialmente susceptibles a los posibles daños, o más desfavorecidos o debilitados (niños, embarazadas, ancianos, personas con marcapasos...). También supone que no deben existir discriminaciones (justicia), y que todas las investigaciones se deben realizar con el objeto de obtener unos beneficios futuros que superen los riesgos esperados (beneficencia). Y, además supone que, a las personas en exposición, se les sigue de un modo exhaustivo y en todo momento pueden dar marcha atrás, si consideran que se les está perjudicando, por ejemplo. Bueno, y todo ello suponiendo que al menos la investigación se esté realizando correctamente, claro.
Pues bien, por si los lectores no lo saben, es precisamente el hecho de que estas investigaciones se estén llevando a cabo lo que proporciona mayor fuerza a que la población exija el no ser expuesta a las radiaciones de telefonía móvil en contra de su voluntad. Porque si existen personas a las que se les permite optar libremente por ser o no ser expuestas ¿cómo se entiende la autonomía del individuo y la justicia social si al resto ni se nos pregunta y en caso de rechazar dicha exposición se nos obliga a someternos a ella por el interés económico de nuestros vecinos?
Y también, por si los lectores no lo saben, resulta que la bioética fue una disciplina que surgió precisamente para evitar este tipo de abusos: para poner freno a desmanes como el cometido por los nazis, que, aprovechándose de la condición de prisioneros de miles de personas, realizaron con ellos investigaciones médicas utilizándolos cual si ratones de laboratorio fueran. También para evitar situaciones como la ocurrida en Estados Unidos entre los años 30 y 70, donde algunos "investigadores" negaron tratamiento eficaz contra la sífilis a algunos pacientes negros aquejados de dicha enfermedad, con el "sano objeto" de conocer cuál sería la evolución "natural" de la misma. ¡De bien poco nos han servido estas lecciones de la historia reciente! Resulta que nuestras autoridades aún ven lógico esto de permanecer a la expectativa y "ver qué sucede", negando con ello a una gran parte de la población de su derecho a la autonomía. Y al final los resultados de esta particular investigación acerca de los efectos de esta radiación electromagnética de las antenas se tendrán, ni más ni menos, que entre los expuestos voluntariamente a dicha investigación y entre los miembros de aquellas comunidades con mayores dificultades económicas y sus convecinos, voluntarios o no.
Ello sin hablar de la desproporción de los beneficios para los cuales estamos dispuestos a tanto sacrificio: DINERO ... a cambio de: DUDAS en la producción de tumores, leucemias, enfermedad de Alzheimer, retrasos en el crecimiento y aprendizaje de niños, producción de abortos y malformaciones fetales, tensión alta, trastornos inmunológicos, cataratas..., CERTEZA de producción de alteraciones de sueño, cefaleas, accidentes de tráfico terrestre y aéreo, alteración de marcapasos, ansiedad y trastornos obsesivos de los vecinos directamente afectados, problemas sociales de los disidentes de una comunidad con el resto de los vecinos y con su propio ayuntamiento ... que sepamos por el momento. Y dinero no precisamente para las personas afectadas, sino dinero para las empresas, para los inversores en bolsa... para algún que otro "interesado" dentro de las propias comunidades de vecinos... o con influencia sobre ellas. Nos hemos empeñado en convertir en caníbales a las vacas y ya vemos los resultados que estamos obteniendo. Ahora nos empeñamos en enfrentar a unos vecinos contra otros utilizando dinero como señuelo, lo cual no deja de ser otra forma de canibalismo. Sólo nos faltaría que se empezara a ofrecer dinero a cambio de donaciones de órganos, y ya veríamos como también nuestros vecinos necesitados nos acecharían tras las esquinas como ocurre en países que todos tenemos presentes, aunque en este caso el beneficio último sería al menos el de una vida, de alguien con dinero, claro.
En definitiva: presos judíos, negros, comunidades de vecinos pobres...todos objeto de un proyecto de sociedad tan importante que merece el sacrificio de la dignidad humana ¿no es así?
Feliz idea la que tuvo el personaje al que se le ocurrió descargar a los ayuntamientos del problema de procurar una ubicación adecuada a los nuevos sistemas de comunicación (que no necesitábamos para nada hace cinco años, por cierto) para cargar dicha responsabilidad sobre los propios ciudadanos, ...y conseguirlo mediante en el ensañamiento de los unos contra otros, que es en definitiva lo que se está consiguiendo. A esto, no hay duda, se le llama mejorar la comunicación. Sí, señores.
Ana Isabel Rigueira García
a.rigueira.000@recol.es
No nos engañemos, señores. El problema de las antenas de telefonía móvil va mucho más allá de una simple discusión acerca de mayorías necesarias en las comunidades y de la declaración o no de sus ingresos a Hacienda.
En realidad es un problema tan serio como el de una gran falta de respeto hacia la dignidad humana y hacia los derechos de autonomía del hombre.
Para empezar, cuando se discute de la afectación o no de la salud debida a las antenas de telefonía móvil situada en los tejados, una tiene la impresión que el que plantea el tema habla por hablar y que, en realidad, no tiene ni idea de qué es la salud. La salud, según la Organización Mundial de la Salud (que seguro que sabe mucho de ello) es "el estado de perfecto bienestar físico, psíquico y social, y no la mera ausencia de enfermedad". Teniendo esto claro, sabemos que estas personas tan preclaras hablan de salud física, porque en lo que respecta a la salud psíquica y social, no hay discusión posible respecto a los problemas que se generan. Y si no, que nos pregunten a los afectados... o a nuestros vecinos.
Y, en cuanto a SALUD FÍSICA se refiere, cuando se interroga, tanto a empresas de telefonía como a autoridades acerca de su seguridad, la respuesta es: "de momento" no se ha visto que existan problemas... y se espera que con ello nos tranquilicemos todos y tengamos por seguro que los teléfonos móviles y sus estaciones base (vulgarmente "antenas") son inocuos. Pero si se busca información, se encuentra que la realidad es que tal seguridad SE ESTÁ INVESTIGANDO. Lo cual no quiere decir ni más ni menos que eso: que no se sabe. Pero que existen razones de peso suficiente como para que un montón de gente dediquen sus horas de trabajo para averiguarlo, y que además se destinen muchos millones de pesetas, euros o lo que sea en dicha investigación. Y además si se investiga dicho tema no es porque no se sepa nada de nada, sino porque existen mecanismos biológicos conocidos que justifican que sean procedentes tanto dispendio de dinero y tiempo. O sea, que mientras unos cuantos intereses creados pretenden que creamos que el significado de "no se sabe" sea "no produce daño hasta que se demuestre lo contrario",la realidad es que si dentro de unos años llega tal demostración ö y crucemos los dedos para que no llegue ö habremos estado expuestos sin remedio... y esperemos que no sea demasiado tarde.
Y cuando se dice que se está investigando además hemos de suponer que tales investigaciones se están realizando del único modo que se admite actualmente que deben realizarse con los seres vivos: respetando los llamados principios de bioética, a saber, la no maleficencia, autonomía, justicia y beneficencia. Ello supone que se ha tenido la deferencia de informar y pedir permiso para realizar tales investigaciones a un cierto número de "privilegiados" (autonomía), que dichas personas no pueden ser miembros de la sociedad especialmente susceptibles a los posibles daños, o más desfavorecidos o debilitados (niños, embarazadas, ancianos, personas con marcapasos...). También supone que no deben existir discriminaciones (justicia), y que todas las investigaciones se deben realizar con el objeto de obtener unos beneficios futuros que superen los riesgos esperados (beneficencia). Y, además supone que, a las personas en exposición, se les sigue de un modo exhaustivo y en todo momento pueden dar marcha atrás, si consideran que se les está perjudicando, por ejemplo. Bueno, y todo ello suponiendo que al menos la investigación se esté realizando correctamente, claro.
Pues bien, por si los lectores no lo saben, es precisamente el hecho de que estas investigaciones se estén llevando a cabo lo que proporciona mayor fuerza a que la población exija el no ser expuesta a las radiaciones de telefonía móvil en contra de su voluntad. Porque si existen personas a las que se les permite optar libremente por ser o no ser expuestas ¿cómo se entiende la autonomía del individuo y la justicia social si al resto ni se nos pregunta y en caso de rechazar dicha exposición se nos obliga a someternos a ella por el interés económico de nuestros vecinos?
Y también, por si los lectores no lo saben, resulta que la bioética fue una disciplina que surgió precisamente para evitar este tipo de abusos: para poner freno a desmanes como el cometido por los nazis, que, aprovechándose de la condición de prisioneros de miles de personas, realizaron con ellos investigaciones médicas utilizándolos cual si ratones de laboratorio fueran. También para evitar situaciones como la ocurrida en Estados Unidos entre los años 30 y 70, donde algunos "investigadores" negaron tratamiento eficaz contra la sífilis a algunos pacientes negros aquejados de dicha enfermedad, con el "sano objeto" de conocer cuál sería la evolución "natural" de la misma. ¡De bien poco nos han servido estas lecciones de la historia reciente! Resulta que nuestras autoridades aún ven lógico esto de permanecer a la expectativa y "ver qué sucede", negando con ello a una gran parte de la población de su derecho a la autonomía. Y al final los resultados de esta particular investigación acerca de los efectos de esta radiación electromagnética de las antenas se tendrán, ni más ni menos, que entre los expuestos voluntariamente a dicha investigación y entre los miembros de aquellas comunidades con mayores dificultades económicas y sus convecinos, voluntarios o no.
Ello sin hablar de la desproporción de los beneficios para los cuales estamos dispuestos a tanto sacrificio: DINERO ... a cambio de: DUDAS en la producción de tumores, leucemias, enfermedad de Alzheimer, retrasos en el crecimiento y aprendizaje de niños, producción de abortos y malformaciones fetales, tensión alta, trastornos inmunológicos, cataratas..., CERTEZA de producción de alteraciones de sueño, cefaleas, accidentes de tráfico terrestre y aéreo, alteración de marcapasos, ansiedad y trastornos obsesivos de los vecinos directamente afectados, problemas sociales de los disidentes de una comunidad con el resto de los vecinos y con su propio ayuntamiento ... que sepamos por el momento. Y dinero no precisamente para las personas afectadas, sino dinero para las empresas, para los inversores en bolsa... para algún que otro "interesado" dentro de las propias comunidades de vecinos... o con influencia sobre ellas. Nos hemos empeñado en convertir en caníbales a las vacas y ya vemos los resultados que estamos obteniendo. Ahora nos empeñamos en enfrentar a unos vecinos contra otros utilizando dinero como señuelo, lo cual no deja de ser otra forma de canibalismo. Sólo nos faltaría que se empezara a ofrecer dinero a cambio de donaciones de órganos, y ya veríamos como también nuestros vecinos necesitados nos acecharían tras las esquinas como ocurre en países que todos tenemos presentes, aunque en este caso el beneficio último sería al menos el de una vida, de alguien con dinero, claro.
En definitiva: presos judíos, negros, comunidades de vecinos pobres...todos objeto de un proyecto de sociedad tan importante que merece el sacrificio de la dignidad humana ¿no es así?
Feliz idea la que tuvo el personaje al que se le ocurrió descargar a los ayuntamientos del problema de procurar una ubicación adecuada a los nuevos sistemas de comunicación (que no necesitábamos para nada hace cinco años, por cierto) para cargar dicha responsabilidad sobre los propios ciudadanos, ...y conseguirlo mediante en el ensañamiento de los unos contra otros, que es en definitiva lo que se está consiguiendo. A esto, no hay duda, se le llama mejorar la comunicación. Sí, señores.
RADIACIONES ELECTROMAGNÉTICAS TELEFONÍA MÓVIL Y LÍNEAS ELÉCTRICAS
RADIACIONES ELECTROMAGNÉTICAS
TELEFONÍA MÓVIL Y LÍNEAS ELÉCTRICAS
¿Quién tiene razón: los portavoces de las empresas que insisten que no existe ningún riesgo para salud en las personas expuestas a sus radiaciones, sin demostrarlo, o los investigadores y expertos que muestran datos de que sí existen claros indicios de riesgo?
LAS RADIACIONES DE LOS TELÉFONOS MÓVILES Y DE LAS LÍNEAS ELÉCTRICAS ROMPEN EL ADN EN LOS CULTIVOS CELULARES.
Los cultivos de células mantenidas en laboratorios se ven afectadas cuando se las somete a radiaciones de la misma intensidad que las creadas por los teléfonos móviles. Este efecto va más allá del calentamiento por las emisiones, según recoge el Proyecto Reflex, un trabajo financiado por la Unión Europea con 3,2 millones de Euros que ha durado cuatro años y en el que han participado grupos de investigadores de siete países.
Los participantes en el Proyecto Reflex, cuyos resultados acaban de ser enviados a la Comisión Europea, han estudiado desde Febrero de 2000 hasta Mayo de 2005 los efectos de los campos electromagnéticos de ambientes urbanos industrializados sobre células.
Han analizado dos tipos de campos: las bajas frecuencias, es decir, iguales o inferiores a 50 hertzios, que son las que emiten los transformadores, las líneas eléctricas de alta, media o baja tensión; y las altas, iguales o por debajo de 1 gigaherzio, que son las microondas de la telefonía móvil, tanto de las antenas como de los propios teléfonos móviles.
El proyecto Reflex sólo ha estudiado los niveles iguales o menores que se consideran seguros para el público en general, no por encima, y si en esos límites biofísicos había respuesta celular, de forma que cada grupo de trabajo se ha encargado de una parte y al español, compuesto por siete personas, le ha correspondido el análisis de las membranas de las células madre neuronales procedentes de ratas de 16 días.
Los doce grupos participantes han analizado células madre procedentes de ratones, cancerosas cultivadas en laboratorio y sanguíneas de voluntarios humanos.
El equipo español ha sido dirigido por Ángeles Trillo, del servicio de Bioelectromagnetismo del hospital Ramón y Cajal. En los ensayos se reproducían las condiciones de las radiaciones similares a las que emiten los teléfonos móviles o las líneas de alta tensión y transformadores eléctricos.
La conclusión de este trabajo, corrobora los resultados de muchos otros trabajos de investigación precedentes, y muestra que la exposición a las radiaciones de los teléfonos móviles y líneas eléctricas o transformadores por debajo de los límites que se consideran inocuos provocan modificaciones celulares y en el ADN.
La directora del equipo español, Ángeles Trillo, explicó que un estudio de la trascendencia de este, a pesar de los resultados, no tendrá continuación porque su financiador, la Comisión Europea, así ha decidido o seguir financiándolo después de ver los resultados obtenidos.
A juicio de Trillo, lo que es incontestable es que los teléfonos móviles "se utilizan mucho" y que "tienen efectos biológicos a nivel celular y molecular y que hay que seguir estudiándolo".
"Si el móvil solo recibiese no habría problema, el problema es que emite, y nuestra cabeza está en medio", resumió Alejandro Úbeda, experto en biofísica y miembro del servicio de Bioelectromagnetismo del hospital madrileño Ramón y Cajal.
La respuesta ha sido distinta según la edad de los donantes: cuanto más viejo era el sujeto había más modificación celular.
Según Raúl de la Rosa, uno de los expertos más reconocidos de nuestro país y perito en distintos juicios que se han ganado en contra de las companías eléctricas y de telefonía: "Con este trabajo ha quedado demostrado que a los niveles considerados seguros hay efectos celulares y en el ADN, con lo cual la normativa actual debería ser revisada inmediatamente y adecuarla a los valores que los científicos independientes vienen exigiendo desde hace años en base a las investigaciones realizadas. Es decir, los límites "seguros" no son seguros, esto es seguro, tal como indica la numerosa literatura científica disponible en la actualidad".
Alberto Arrate es uno de los abogados con más experiencia en nuestro país en relación a antenas de telefonía. Hace seis años ganó la primera sentencia judicial en España en contra de una compañía de telefonía por motivos de salud. En una sentencia sin precedentes en toda Europa, el juez dio la razón hace unos años a un vecino de Erandio en cuanto a los posibles riesgos a los que podía estar sometida su familia, en concreto, su hija de siete años. Basándose en las mediciones realizadas por Raúl de la Rosa, en el caso de Erandio lo más trascendente es que se determinó que podía haber efectos y agravamiento en la patología de una niña expuesta, debido a los valores de radiación existentes, y que mientras no estuviese demostrada la inocuidad, la invasión de radiaciones de esa antena era ilegítima.
"No existe es un sólo informe científico que asegure la inocuidad –explica Alberto Arrate-. Sí hay, en cambio, cada vez más informes que advierten que la preocupación es clara. Un reciente estudio dirigido por William Stewart, sobre la seguridad de los teléfonos móviles realizado por el Consejo Nacional de Protección Radiológica del Reino Unido (NRPB), desaconseja a los padres el uso de estos aparatos por parte de sus hijos de menos de 8 años. Son datos mucho más preocupantes que antes".
Según Raúl de la Rosa "tal como los jueces han dictaminado en la sentencia del transformador de Murcia que se encuentra actualmente en el Supremo, la compañía debe eliminar absolutamente el campo electromagnético con que Iberdrola invade la vivienda afectada por la radiación del transformador. Opino que no hay dosis segura, pues las investigaciones cada vez indican valores más bajos en los cuales se detectan anomalías, por lo que efectivamente estas compañías deben cesar de invadir nuestros domicilios con radiaciones sean del tipo que sean".
Alberto Arrate explica que "Las compañías aseguradoras no aseguran a las compañías que emiten campos electromagnéticos los daños por esos campos, pues el día de mañana podría haber un desbordamiento de solicitudes por daños y las compañías no quieren correr con ese riesgo. Hoy en día hay 37 millones de móviles en España. Si el día de mañana comienzan a aparecer enfermedades derivadas de su uso, las compañías hacen un crack. Existe, por ejemplo, una cláusula de Vodafone que hace constar que en su póliza no quedan cubiertas las responsabilidades legales con respecto a daños personales, enfermedad, incapacidad de cualquier tipo, muerte... o cualquier síntoma mental o físico causado o supuestamente causado o contribuido por uso continuado de teléfonos móviles. Creo que es un dato bastante significativo por sí mismo. Si excluyes un riesgo es porque éste es probable".
El 8 de Marzo pasado se celebró uno de los juicios más relevantes, en Estella (Navarra), en relación a los efectos de las radiaciones sobre la salud de 21 personas expuestas.
En este juicio han intervenido como peritos por parte de los afectados, los mayores expertos en el ámbito de la investigación sobre radiaciones: José Luis Bardasano, Claudio Gómez-Perretta, Carlos Beltrán, Juan Álvarez Ude y Raúl de la Rosa.
De 24 personas que vivían en un inmueble situado en Estella, 21 han padecido distintos graves trastornos, que han llevado a 5 de ellos a la muerte. Otros, padecen enfermedades crónicas. Solamente 3 de ellas, según las mediciones realizadas por el técnico Raúl de la Rosa y aceptadas en el juicio, no estaban expuestas. "Precisamente estas tres personas –explica de la Rosa- son las únicas de todo el inmueble que no padecen ningún tipo de trastorno. Es decir, el 100% de los afectados por la radiación del transformador padece algún tipo de enfermedad o ha fallecido. Estamos hablando de una auténtica epidemia. Si se hiciera un estudio epidemiológico de personas que viven encima de un transformador de una compañía eléctrica veríamos si se confirman estos estremecedores datos. Mi opinión, basándome en los casos que he visto en mi dilatada experiencia es que el número de trastornos de salud sería superior al de la población no expuesta. Pero, claro, este tipo de estudios que probablemente indique ciertos riesgos son de los que nunca se hacen. Un ejemplo reciente lo tenemos en la retirada de la financiación del Proyecto Reflex, cuando los resultados han sido contrarios a los intereses de las compañías".
Por su parte el investigador Alejandro Úbeda en relación a esta investigación destacó que: "Lo que parece raro es que después de encontrar estos resultados, no se profundice en ellos, y se cierre la carpeta y no se financie su continuación. La respuesta celular se produce no sólo por el calor generado por las microondas, algo ya sabido, sino por algo más y el mecanismo que los genera es desconocido".
La directora del equipo español del Proyecto Reflex, Ángeles Trillo, explicó en relación a la no continuidad de la investigación que "No está claro él porqué. La unión Europea establece sus prioridades pero hay muchos factores implicados y cómo no pensar que hay presiones para que estos estudios no sigan porque pueden crear una alarma social muy grande" subrayó Trillo.
"Ante la acumulación de investigaciones, estudios y datos preocupantes, ante la duda razonable", advierte Raúl de la Rosa, "hay que aplicar el principio de precaución".
Uno de los regalos más pedidos a los reyes magos cada navidad es el telefonía móvil. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2003 disponía de teléfono celular propio uno de cada tres niños entre 10 y 14 años. Algunos estudios apuntan que las frecuencias emitidas por los teléfonos móviles podrían afectar al desarrollo del tejido craneal de los niños.
Las autoridades del Reino Unido han retirado el primer celular diseñado para niños, que se había puesto a la venta hace meses, era de fácil manejo y de materiales resistentes y estaba destinado a niños entre cuatro y ocho años. La prohibición de este móvil infantil se produce después de que el presidente del Consejo Nacional de Protección Radiológica (NRPB, siglas en inglés) y de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, el catedrático de Biología Sir Willian Stewart, mostrase su preocupación por los efectos de los móviles sobre la salud tras la publicación de dos nuevos estudios científicos.
Los niños serían más vulnerables que los adultos dado que sus cráneos son más delgados y absorben más fácilmente las radiaciones.
En el informe Stewart publicado en mayo de 2000, se hacía hincapié en que la industria de la telefonía "debe abstenerse de promocionar el uso del teléfono móvil entre los niños", una exigencia que el experto británico volvió a reiterar en una rueda de prensa. "No creo que podamos poner nuestras manos sobre el corazón y decir que los teléfonos móviles son seguros", señaló el científico en unas declaraciones recogidas por la edición digital del diario británico The Times. (http://www.timesonlie.co.uk)
El primer estudio que ha llevado al Presidente de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, Sir William Stewart, a reiterar su mensaje de que no les permita a los niños utilizar el teléfono móvil es el proyecto europeo Reflex. El médico del Hospital La Fe e investigador en Salud Pública, Claudio Gómez-Perretta, señala que los resultados de este estudio sobre células humanas cultivadas en laboratorio "muestran como las radiaciones de los móviles -aún por debajo de los límites de seguridad actual de 2 vatios por kilogramo- altera el ADN de dichas células y provoca la aparición de genes anómalos procancerígenos".
El segundo informe al que alude Stewart proviene del Instituto Karolinska de Suecia, donde científicos de esta prestigiosa institución publicaron el pasado octubre un estudio que revela que en las personas que han usado móviles durante 10 años o más se incrementa el riesgo de desarrollar un neurinoma acústico, un tumor benigno que puede considerarse como serio por su posición cercana al tejido cerebral.
Gómez-Perretta explica que "en realidad no se han hecho ningún estudio específico en niños, pero la energía es por unidad de volumen y por lo tanto los cráneos más pequeños como los de los niños absorben más energía. Es decir, si se encuentran efectos entre los adultos, en los niños se pueden multiplicar". Además, el niño que tenga un móvil, a la larga experimentará un mayor tiempo de exposición a las ondas electromagnéticas que los adultos actuales, puesto que cuando tenga 30 ó 40 años ya llevará varias décadas usando celulares, factor este que creo yo de enorme trascendencia", concluye.
Como vemos la gran mayoría de expertos y científicos advierten la elevada posibilidad de que existan riesgos en las personas expuestas a las radiaciones generadas por las compañías eléctricas y de telefonía móvil.
¿Precaución, prevención, solución o dejamos que nos sigan irradiando?
Para más información: Contaminación electromagnética: Las radiaciones y sus efectos sobre la salud. Raúl de la Rosa. Ed. Terapión. Telefonía móvil. Raúl de la Rosa. Fundación GEA. Tel: 963 741 520.
TELEFONÍA MÓVIL Y LÍNEAS ELÉCTRICAS
¿Quién tiene razón: los portavoces de las empresas que insisten que no existe ningún riesgo para salud en las personas expuestas a sus radiaciones, sin demostrarlo, o los investigadores y expertos que muestran datos de que sí existen claros indicios de riesgo?
LAS RADIACIONES DE LOS TELÉFONOS MÓVILES Y DE LAS LÍNEAS ELÉCTRICAS ROMPEN EL ADN EN LOS CULTIVOS CELULARES.
Los cultivos de células mantenidas en laboratorios se ven afectadas cuando se las somete a radiaciones de la misma intensidad que las creadas por los teléfonos móviles. Este efecto va más allá del calentamiento por las emisiones, según recoge el Proyecto Reflex, un trabajo financiado por la Unión Europea con 3,2 millones de Euros que ha durado cuatro años y en el que han participado grupos de investigadores de siete países.
Los participantes en el Proyecto Reflex, cuyos resultados acaban de ser enviados a la Comisión Europea, han estudiado desde Febrero de 2000 hasta Mayo de 2005 los efectos de los campos electromagnéticos de ambientes urbanos industrializados sobre células.
Han analizado dos tipos de campos: las bajas frecuencias, es decir, iguales o inferiores a 50 hertzios, que son las que emiten los transformadores, las líneas eléctricas de alta, media o baja tensión; y las altas, iguales o por debajo de 1 gigaherzio, que son las microondas de la telefonía móvil, tanto de las antenas como de los propios teléfonos móviles.
El proyecto Reflex sólo ha estudiado los niveles iguales o menores que se consideran seguros para el público en general, no por encima, y si en esos límites biofísicos había respuesta celular, de forma que cada grupo de trabajo se ha encargado de una parte y al español, compuesto por siete personas, le ha correspondido el análisis de las membranas de las células madre neuronales procedentes de ratas de 16 días.
Los doce grupos participantes han analizado células madre procedentes de ratones, cancerosas cultivadas en laboratorio y sanguíneas de voluntarios humanos.
El equipo español ha sido dirigido por Ángeles Trillo, del servicio de Bioelectromagnetismo del hospital Ramón y Cajal. En los ensayos se reproducían las condiciones de las radiaciones similares a las que emiten los teléfonos móviles o las líneas de alta tensión y transformadores eléctricos.
La conclusión de este trabajo, corrobora los resultados de muchos otros trabajos de investigación precedentes, y muestra que la exposición a las radiaciones de los teléfonos móviles y líneas eléctricas o transformadores por debajo de los límites que se consideran inocuos provocan modificaciones celulares y en el ADN.
La directora del equipo español, Ángeles Trillo, explicó que un estudio de la trascendencia de este, a pesar de los resultados, no tendrá continuación porque su financiador, la Comisión Europea, así ha decidido o seguir financiándolo después de ver los resultados obtenidos.
A juicio de Trillo, lo que es incontestable es que los teléfonos móviles "se utilizan mucho" y que "tienen efectos biológicos a nivel celular y molecular y que hay que seguir estudiándolo".
"Si el móvil solo recibiese no habría problema, el problema es que emite, y nuestra cabeza está en medio", resumió Alejandro Úbeda, experto en biofísica y miembro del servicio de Bioelectromagnetismo del hospital madrileño Ramón y Cajal.
La respuesta ha sido distinta según la edad de los donantes: cuanto más viejo era el sujeto había más modificación celular.
Según Raúl de la Rosa, uno de los expertos más reconocidos de nuestro país y perito en distintos juicios que se han ganado en contra de las companías eléctricas y de telefonía: "Con este trabajo ha quedado demostrado que a los niveles considerados seguros hay efectos celulares y en el ADN, con lo cual la normativa actual debería ser revisada inmediatamente y adecuarla a los valores que los científicos independientes vienen exigiendo desde hace años en base a las investigaciones realizadas. Es decir, los límites "seguros" no son seguros, esto es seguro, tal como indica la numerosa literatura científica disponible en la actualidad".
Alberto Arrate es uno de los abogados con más experiencia en nuestro país en relación a antenas de telefonía. Hace seis años ganó la primera sentencia judicial en España en contra de una compañía de telefonía por motivos de salud. En una sentencia sin precedentes en toda Europa, el juez dio la razón hace unos años a un vecino de Erandio en cuanto a los posibles riesgos a los que podía estar sometida su familia, en concreto, su hija de siete años. Basándose en las mediciones realizadas por Raúl de la Rosa, en el caso de Erandio lo más trascendente es que se determinó que podía haber efectos y agravamiento en la patología de una niña expuesta, debido a los valores de radiación existentes, y que mientras no estuviese demostrada la inocuidad, la invasión de radiaciones de esa antena era ilegítima.
"No existe es un sólo informe científico que asegure la inocuidad –explica Alberto Arrate-. Sí hay, en cambio, cada vez más informes que advierten que la preocupación es clara. Un reciente estudio dirigido por William Stewart, sobre la seguridad de los teléfonos móviles realizado por el Consejo Nacional de Protección Radiológica del Reino Unido (NRPB), desaconseja a los padres el uso de estos aparatos por parte de sus hijos de menos de 8 años. Son datos mucho más preocupantes que antes".
Según Raúl de la Rosa "tal como los jueces han dictaminado en la sentencia del transformador de Murcia que se encuentra actualmente en el Supremo, la compañía debe eliminar absolutamente el campo electromagnético con que Iberdrola invade la vivienda afectada por la radiación del transformador. Opino que no hay dosis segura, pues las investigaciones cada vez indican valores más bajos en los cuales se detectan anomalías, por lo que efectivamente estas compañías deben cesar de invadir nuestros domicilios con radiaciones sean del tipo que sean".
Alberto Arrate explica que "Las compañías aseguradoras no aseguran a las compañías que emiten campos electromagnéticos los daños por esos campos, pues el día de mañana podría haber un desbordamiento de solicitudes por daños y las compañías no quieren correr con ese riesgo. Hoy en día hay 37 millones de móviles en España. Si el día de mañana comienzan a aparecer enfermedades derivadas de su uso, las compañías hacen un crack. Existe, por ejemplo, una cláusula de Vodafone que hace constar que en su póliza no quedan cubiertas las responsabilidades legales con respecto a daños personales, enfermedad, incapacidad de cualquier tipo, muerte... o cualquier síntoma mental o físico causado o supuestamente causado o contribuido por uso continuado de teléfonos móviles. Creo que es un dato bastante significativo por sí mismo. Si excluyes un riesgo es porque éste es probable".
El 8 de Marzo pasado se celebró uno de los juicios más relevantes, en Estella (Navarra), en relación a los efectos de las radiaciones sobre la salud de 21 personas expuestas.
En este juicio han intervenido como peritos por parte de los afectados, los mayores expertos en el ámbito de la investigación sobre radiaciones: José Luis Bardasano, Claudio Gómez-Perretta, Carlos Beltrán, Juan Álvarez Ude y Raúl de la Rosa.
De 24 personas que vivían en un inmueble situado en Estella, 21 han padecido distintos graves trastornos, que han llevado a 5 de ellos a la muerte. Otros, padecen enfermedades crónicas. Solamente 3 de ellas, según las mediciones realizadas por el técnico Raúl de la Rosa y aceptadas en el juicio, no estaban expuestas. "Precisamente estas tres personas –explica de la Rosa- son las únicas de todo el inmueble que no padecen ningún tipo de trastorno. Es decir, el 100% de los afectados por la radiación del transformador padece algún tipo de enfermedad o ha fallecido. Estamos hablando de una auténtica epidemia. Si se hiciera un estudio epidemiológico de personas que viven encima de un transformador de una compañía eléctrica veríamos si se confirman estos estremecedores datos. Mi opinión, basándome en los casos que he visto en mi dilatada experiencia es que el número de trastornos de salud sería superior al de la población no expuesta. Pero, claro, este tipo de estudios que probablemente indique ciertos riesgos son de los que nunca se hacen. Un ejemplo reciente lo tenemos en la retirada de la financiación del Proyecto Reflex, cuando los resultados han sido contrarios a los intereses de las compañías".
Por su parte el investigador Alejandro Úbeda en relación a esta investigación destacó que: "Lo que parece raro es que después de encontrar estos resultados, no se profundice en ellos, y se cierre la carpeta y no se financie su continuación. La respuesta celular se produce no sólo por el calor generado por las microondas, algo ya sabido, sino por algo más y el mecanismo que los genera es desconocido".
La directora del equipo español del Proyecto Reflex, Ángeles Trillo, explicó en relación a la no continuidad de la investigación que "No está claro él porqué. La unión Europea establece sus prioridades pero hay muchos factores implicados y cómo no pensar que hay presiones para que estos estudios no sigan porque pueden crear una alarma social muy grande" subrayó Trillo.
"Ante la acumulación de investigaciones, estudios y datos preocupantes, ante la duda razonable", advierte Raúl de la Rosa, "hay que aplicar el principio de precaución".
Uno de los regalos más pedidos a los reyes magos cada navidad es el telefonía móvil. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2003 disponía de teléfono celular propio uno de cada tres niños entre 10 y 14 años. Algunos estudios apuntan que las frecuencias emitidas por los teléfonos móviles podrían afectar al desarrollo del tejido craneal de los niños.
Las autoridades del Reino Unido han retirado el primer celular diseñado para niños, que se había puesto a la venta hace meses, era de fácil manejo y de materiales resistentes y estaba destinado a niños entre cuatro y ocho años. La prohibición de este móvil infantil se produce después de que el presidente del Consejo Nacional de Protección Radiológica (NRPB, siglas en inglés) y de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, el catedrático de Biología Sir Willian Stewart, mostrase su preocupación por los efectos de los móviles sobre la salud tras la publicación de dos nuevos estudios científicos.
Los niños serían más vulnerables que los adultos dado que sus cráneos son más delgados y absorben más fácilmente las radiaciones.
En el informe Stewart publicado en mayo de 2000, se hacía hincapié en que la industria de la telefonía "debe abstenerse de promocionar el uso del teléfono móvil entre los niños", una exigencia que el experto británico volvió a reiterar en una rueda de prensa. "No creo que podamos poner nuestras manos sobre el corazón y decir que los teléfonos móviles son seguros", señaló el científico en unas declaraciones recogidas por la edición digital del diario británico The Times. (http://www.timesonlie.co.uk)
El primer estudio que ha llevado al Presidente de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, Sir William Stewart, a reiterar su mensaje de que no les permita a los niños utilizar el teléfono móvil es el proyecto europeo Reflex. El médico del Hospital La Fe e investigador en Salud Pública, Claudio Gómez-Perretta, señala que los resultados de este estudio sobre células humanas cultivadas en laboratorio "muestran como las radiaciones de los móviles -aún por debajo de los límites de seguridad actual de 2 vatios por kilogramo- altera el ADN de dichas células y provoca la aparición de genes anómalos procancerígenos".
El segundo informe al que alude Stewart proviene del Instituto Karolinska de Suecia, donde científicos de esta prestigiosa institución publicaron el pasado octubre un estudio que revela que en las personas que han usado móviles durante 10 años o más se incrementa el riesgo de desarrollar un neurinoma acústico, un tumor benigno que puede considerarse como serio por su posición cercana al tejido cerebral.
Gómez-Perretta explica que "en realidad no se han hecho ningún estudio específico en niños, pero la energía es por unidad de volumen y por lo tanto los cráneos más pequeños como los de los niños absorben más energía. Es decir, si se encuentran efectos entre los adultos, en los niños se pueden multiplicar". Además, el niño que tenga un móvil, a la larga experimentará un mayor tiempo de exposición a las ondas electromagnéticas que los adultos actuales, puesto que cuando tenga 30 ó 40 años ya llevará varias décadas usando celulares, factor este que creo yo de enorme trascendencia", concluye.
Como vemos la gran mayoría de expertos y científicos advierten la elevada posibilidad de que existan riesgos en las personas expuestas a las radiaciones generadas por las compañías eléctricas y de telefonía móvil.
¿Precaución, prevención, solución o dejamos que nos sigan irradiando?
Para más información: Contaminación electromagnética: Las radiaciones y sus efectos sobre la salud. Raúl de la Rosa. Ed. Terapión. Telefonía móvil. Raúl de la Rosa. Fundación GEA. Tel: 963 741 520.
Los teléfonos móviles provocan alteraciones de las ondas cerebrales
Los teléfonos móviles provocan alteraciones de las ondas cerebrales
Wolgang Maes
Primeras mediciones del campo de energía con las que poder apreciar el riesgo biológico
La revista alemana "Test Ecológico", en su número 9 de Septiembre de 1994 publicó el primer test realizado sobre los teléfonos móviles.
Hasta ese momento, y a pesar de que se hablaba mucho de los riesgos biológicos, nadie sabía a ciencia cierta a qué distancia habia que contar con ellos, ya que no obstante saber por las investigaciones del Dr. Lebrecht von Klitzing que, a partir de intensidades de campo de 0,1 microwatio/cm2 eran de esperar alteraciones de las ondas cerebrales nadie tenía idea de en qué circunstancias de la vida diaria se alcanzaba esa intensidad de 0,1 microwatio /cm2.
Nuestra empresa Biología de la Construcción Maes y Socio, recibió el encargo de "Test Ecológico" de realizar las mediciones pertinentes y evaluar los riesgos de los teléfonos móviles. Para este cometido contamos con la colaboración de la empresa Hewlett-Packard, que puso a nuestra disposición los más valiosos aparatos de medición, así como al ingeniero André van der Stichelen, acreditado especialista en tecnología de medición de microondas. Las pruebas se realizaron en el laboratorio de la Universidad Técnica de Bochum, en una sala completamente aislada de altas frecuencias y totalmente libre de campos.
La Redactora de "Test Ecolóqico", Reqine Cejka, investigó durante semanas, contactó con muchas universidades, telefoneó a medio mundo y escribió un reportaje, que levantó una gran polvareda y del que aquí ofrecemos un extracto: "se tenían muchas sospechas, pero ahora existe la prueba: El que utiliza el teléfono móvil se contamina a si mismo y al medio ambiente con radiación electromagnética fuerte. Los resultados superan las previsiones más pesimistas.
El Ministro Federal de Comunicaciones (de Alemania) Bösch al parecer ya se barruntaba lo que se le venía encima cuando declaró en una conferencia de prensa: "La acalorada discusión acerca de la energía nuclear es posible que nos parezca una suave brisa, por comparación con lo que va a representar el tema de las redes de telefonía móvil".
Generalmente en los teléfonos móviles, se distingue entre la trasmisión de sonido analógica y la digital. En los teléfonos de trasmisión analógica, las antenas de los teléfonos emiten ondas electromagnéticas de alta frecuencia en las que se encuentra la información hablada. Estas ondas van a parar a una estación fija, que elabora electrónicamente las ondas que recibe y las transmite al receptor. La Red C, que explota la filial de Telekom, Dete-Mobilt funciona por ejemplo por este sistema.
La Trasmisión pulsante es el problema
La transmisión digital se encuentra en las redes D- y E las cuales no son compatibles entre si ni tampoco con la red analógica C. En la red digital D, las señales portadoras de ínformación, se emiten codificadas en series numéricas a la frecuencia de 217 Herzios. Es decir, la conversación es cortada 217 veces por segundo. Y ahí estriba el problema.
El físico-médico, Dr. Lebrecht von Klitzing, de Lübeck, ha comprobado en un experimento realizado con voluntarios, que después de estar sometidos durante 15 a 20 minutos a una radiación de alta frecuencia de 217 Herzios, aparecen unos picos y curvas en el EEG (Electroencefalograma), que hasta ahora ningún médico había observado. Lo sorprendente en el descubrimiento de Klitzing es que estos "Peaks", producidos como reacción del cerebro, seguían manifestándose, aún mucho después de haber desconectado la radiofrecuencia. En algunas de las personas sometidas a la prueba, el científico pudo observar alteraciones de las ondas cerebrales después de transcurridas 24 horas e incluso más.
En cambio, esperimentos similares, realizados con campos no pulsantes, no produjeron ningún efecto.
Desde hace ya más de 15 años hay indicios que apuntan a que los campos pulsantes provocan problemas específicos. Así, por ejemplo, ha quedado demostrado que por el efecto de dichos campos se incrementa la salida de calcio a través de las membranas de las células.
A las preocupantes investigaciones del físico-médico Dr. Lebrecht von Klitzing, hay que añadir la reciente constatación de los físicos de la Clínica Universitaria de Lübeck, según la cual la reacción inmunológica de las celulas sometidas a campos pulsantes o alternos queda reducida en un 90 por ciento. Adicionalmente, en una serie de pruebas con ratas a muy bajas intensidades, se constataron cambios en la actitud de huida y aprendizaje de los animales.
Los científicos de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad Gutenberg de Maguncia, Dr. Joaquim Roschke y Dr. Klaus Mann, hicieron una observación muy interesante: Dejaron emitiendo toda una noche un teléfono móvil al lado del sujeto experimental, con el efecto de que las fases REM, es decir, la fase de sueños intensos, se redujeron. Estas fases REM son muy importantes para la elaboración de la información por al cerebro, especialmente en lo referente a nuevas vivencias.
Graves reproches
En un seminario internacional sobre campos pulsantes, celebrado recientemente en Copenague, los dos promotores de la red D-R Telekom y Mannesmann recibieron muchas criticas de sus colegas. En especial los americanos criticaron que en Alemania con estas nuevas redes D- y E- se está protegiendo una tecnologfa que tiene todavía muchos puntos oscuros. Actualmente existen en USA enormes proyectos de investigación para determinar en primer lugar si es que la tecnología de trasmisión digital de la información, sin cable, no ofrece problemas.
Frente a estas reservas, tanto los promotores de las redes como los fabricantes de los aparatos móviles no ofrecen más que declaraciones generales de su inocuidad. Así por ejemplo el portavoz de prensa de Mannesmann Teléfonos Móviles, Christian Smolow, afirmó que "no existía ningún peligro en los teléfonos móviles" pero sin demostrar sus afirmaciones.
También Stefanie Reuter, encargada de prensa de la Red E-Plus, puesta en marcha en primavera de 1994, respondiendo a la pregunta, dijo únicamente que "actualmente todavía no disponemos de pruebas sobre la red E-"
Unas Señoras bofetadas
La revista "Test Ecológico" subsana ahora lo que hasta hoy no han hecho ni los promotores de redes móviles ni los fabricantes. En el laboratorio es casi imposible reproducir todas y cada una de las condiciones de utilización de los teléfonos móviles en la vida diaria, ya que los teléfonos emiten con más o menos potencia, según situación y distancia a la estación fija más próxima.
Por eso, nosotros hemos realizado las pruebas simulando la peor situación posible que se puede dar en la práctica; a saber cuando por ejemplo, la torre emisora está muy alejada o cuando se interpone entre ésta y el teléfono una masa constructiva densa (casa) ó chapa de acero (coche), en cuyo caso el teléfono tiene que emitir a mayor potencia.
Nuestros expertos han medido las intensidades de radiofrecuencia que emiten las antenas de los teléfonos a una distancia de 30 cms. y con estos datos se han calculado las así llamadas "Densidades de energía".
Nuestro test muestra enormes diferencias entre los distintos aparatos: Así, el Nokia 2110 es el que menos contamina, solamente 345 microwatt/cm2 intensidad de campo, mientras que el Panasonic EB-KJ 3810, equivalente al anterior, produce 1693 mikrowatt/cm2 y es el que más contamina. Pero incluso la densidad de energía calculada sobre el Nokia está muy por encima de los valores tolerados en los países del Este: Mientras que la norma DIN alemana autoriza hasta 450 microwatt/cm2, en la antigua Unión Soviética el máximo tolerado es de 1 microwatt/cm2.
Pero aquí hay que tener en cuenta que los valores alemanes se refieren a un valor medio, calculado teóricamente. Nosotros, en cambio con indudable sentido práctico hemos medido, no el valor medio, sino los valores punta realmente existentes. Esto merece una explicación: Las redes digitales emiten radiación pulsante. Esta radiación se compone de una pulsación máxima, el Peak, y de las pausas entre los Peaks. Los valores DIN se basan en el valor promedio de la suma de peaks más pausas, y no en los valores máximos reales, que inciden sobre el cuerpo. Este procedimiento falsea la imagen y, como dice el profesor Gunther Käs de la Escuela Superior del Ejército de Tierra Alemán, en Nuebiberg, "Si tomamos unas señoras bofetadas y les sumamos las pausas intermedias entre bofetada y bofetada y de ello sacamos el valor medio aritmético, entonces se habrán convertido en suaves caricias".
Resultado de las mediciones
Los teléfonos móviles, medidos a 30 cms. de distancia, están diez mil veces por encima de los valores que provocan alteraciones en el EEG, según el Dr. Lebrecht von Klitzingt el cual, al conocer nuestros resultados, manifestó tengo que decir sinceramente que estoy consternado.
La intensidad de campo que se considera problemática por provocar alteraciones del EEG, se detectaba ya a 90 metros en el aparato de AEG Telcar D-902, a 50 metros en los aparatos AT&T 3230 y Panasonic EB-KJ 3810, a 20 metros en otros aparatos, y en todos sin excepción, a los 10 metros.
Nuestros valores se refieren siempre al así llamado campo lejano, que empieza a los 30 cms. de distancia. Por descontado que a nivel de la cabeza los valores medidos se multiplican. El Dr. Rudiger Mathes, de la Oficina Federal Alemana para Protección contra las Radiaciones nos advirtió de que "en ese supuesto se sobrepasaban con toda seguridad los valores máximos DIN". Lo que pasa es que hasta hoy nunca se han medido o, en todo caso, nunca se han publicado las mediciones.
La empresa sueca Allgon contribuyó a que las cosas quedaran así, por lo menos, de momento, ya que esta firma nos suministró la antena medidora para nuestras investigaciones, pero en cambio, se negó a facilitarnos los datos técnicos de la antena, necesarios para calcular las mediciones a distancias inferiores a 30 cms. Sucedió que durante semanas enteras estuvimos pidiéndoles nos facilitaran los datos requeridos, pero ahora está claro que se dieron cuenta de nuestras intenciones y nos fueron dando excusas una y otra vez, hasta que finalmente, poco antes de cerrar la edición, se negaron en redondo a facilitarnos los datos.
Por otro lado, los fabricantes de los teléfonos también intentan enmascarar la problemática, al declarar que ellos no saben nada. El Portavoz de Telekom ante la prensa, Achim Muth, nos comunicó: "En nuestra casa no se realizan tales mediciones; por tanto, no podemos comparar los resultados".
La Asociación para Investigación de Radiofrecuencias, recientemente creada por la Industria, es evidente que tampoco tiene ninguna prisa por llevar a cabo sus objetivos estatutarios, ya que, ni la Asociación ni su gerente Gerd Friedrich reaccionaron a nuestras repetidas peticiones de una entrevista.
En tanto que los promotores de las redes de telefonía móvil, los fabricantes de teléfonos y los Ministerios se afanan con esfuerzo en retrasar el necesario debate critico sobre la telefonía móvil, las companías de seguros alemanas hace tiempo que han reaccionado: Así, por ejemplo, la Companía de Seguros Allianz manifiesta: "Desde 1993 en la industria excluimos la cobertura del riesgo por radiaciones electromagnéticas."
Como final al reportaje de "Test Ecológico", es de destacar que la falta de investigación en este sector es de, tal magnitud que inspira miedo, y que hay que estar prevenido ante la radiación pulsante.
Wolgang Maes
Primeras mediciones del campo de energía con las que poder apreciar el riesgo biológico
La revista alemana "Test Ecológico", en su número 9 de Septiembre de 1994 publicó el primer test realizado sobre los teléfonos móviles.
Hasta ese momento, y a pesar de que se hablaba mucho de los riesgos biológicos, nadie sabía a ciencia cierta a qué distancia habia que contar con ellos, ya que no obstante saber por las investigaciones del Dr. Lebrecht von Klitzing que, a partir de intensidades de campo de 0,1 microwatio/cm2 eran de esperar alteraciones de las ondas cerebrales nadie tenía idea de en qué circunstancias de la vida diaria se alcanzaba esa intensidad de 0,1 microwatio /cm2.
Nuestra empresa Biología de la Construcción Maes y Socio, recibió el encargo de "Test Ecológico" de realizar las mediciones pertinentes y evaluar los riesgos de los teléfonos móviles. Para este cometido contamos con la colaboración de la empresa Hewlett-Packard, que puso a nuestra disposición los más valiosos aparatos de medición, así como al ingeniero André van der Stichelen, acreditado especialista en tecnología de medición de microondas. Las pruebas se realizaron en el laboratorio de la Universidad Técnica de Bochum, en una sala completamente aislada de altas frecuencias y totalmente libre de campos.
La Redactora de "Test Ecolóqico", Reqine Cejka, investigó durante semanas, contactó con muchas universidades, telefoneó a medio mundo y escribió un reportaje, que levantó una gran polvareda y del que aquí ofrecemos un extracto: "se tenían muchas sospechas, pero ahora existe la prueba: El que utiliza el teléfono móvil se contamina a si mismo y al medio ambiente con radiación electromagnética fuerte. Los resultados superan las previsiones más pesimistas.
El Ministro Federal de Comunicaciones (de Alemania) Bösch al parecer ya se barruntaba lo que se le venía encima cuando declaró en una conferencia de prensa: "La acalorada discusión acerca de la energía nuclear es posible que nos parezca una suave brisa, por comparación con lo que va a representar el tema de las redes de telefonía móvil".
Generalmente en los teléfonos móviles, se distingue entre la trasmisión de sonido analógica y la digital. En los teléfonos de trasmisión analógica, las antenas de los teléfonos emiten ondas electromagnéticas de alta frecuencia en las que se encuentra la información hablada. Estas ondas van a parar a una estación fija, que elabora electrónicamente las ondas que recibe y las transmite al receptor. La Red C, que explota la filial de Telekom, Dete-Mobilt funciona por ejemplo por este sistema.
La Trasmisión pulsante es el problema
La transmisión digital se encuentra en las redes D- y E las cuales no son compatibles entre si ni tampoco con la red analógica C. En la red digital D, las señales portadoras de ínformación, se emiten codificadas en series numéricas a la frecuencia de 217 Herzios. Es decir, la conversación es cortada 217 veces por segundo. Y ahí estriba el problema.
El físico-médico, Dr. Lebrecht von Klitzing, de Lübeck, ha comprobado en un experimento realizado con voluntarios, que después de estar sometidos durante 15 a 20 minutos a una radiación de alta frecuencia de 217 Herzios, aparecen unos picos y curvas en el EEG (Electroencefalograma), que hasta ahora ningún médico había observado. Lo sorprendente en el descubrimiento de Klitzing es que estos "Peaks", producidos como reacción del cerebro, seguían manifestándose, aún mucho después de haber desconectado la radiofrecuencia. En algunas de las personas sometidas a la prueba, el científico pudo observar alteraciones de las ondas cerebrales después de transcurridas 24 horas e incluso más.
En cambio, esperimentos similares, realizados con campos no pulsantes, no produjeron ningún efecto.
Desde hace ya más de 15 años hay indicios que apuntan a que los campos pulsantes provocan problemas específicos. Así, por ejemplo, ha quedado demostrado que por el efecto de dichos campos se incrementa la salida de calcio a través de las membranas de las células.
A las preocupantes investigaciones del físico-médico Dr. Lebrecht von Klitzing, hay que añadir la reciente constatación de los físicos de la Clínica Universitaria de Lübeck, según la cual la reacción inmunológica de las celulas sometidas a campos pulsantes o alternos queda reducida en un 90 por ciento. Adicionalmente, en una serie de pruebas con ratas a muy bajas intensidades, se constataron cambios en la actitud de huida y aprendizaje de los animales.
Los científicos de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad Gutenberg de Maguncia, Dr. Joaquim Roschke y Dr. Klaus Mann, hicieron una observación muy interesante: Dejaron emitiendo toda una noche un teléfono móvil al lado del sujeto experimental, con el efecto de que las fases REM, es decir, la fase de sueños intensos, se redujeron. Estas fases REM son muy importantes para la elaboración de la información por al cerebro, especialmente en lo referente a nuevas vivencias.
Graves reproches
En un seminario internacional sobre campos pulsantes, celebrado recientemente en Copenague, los dos promotores de la red D-R Telekom y Mannesmann recibieron muchas criticas de sus colegas. En especial los americanos criticaron que en Alemania con estas nuevas redes D- y E- se está protegiendo una tecnologfa que tiene todavía muchos puntos oscuros. Actualmente existen en USA enormes proyectos de investigación para determinar en primer lugar si es que la tecnología de trasmisión digital de la información, sin cable, no ofrece problemas.
Frente a estas reservas, tanto los promotores de las redes como los fabricantes de los aparatos móviles no ofrecen más que declaraciones generales de su inocuidad. Así por ejemplo el portavoz de prensa de Mannesmann Teléfonos Móviles, Christian Smolow, afirmó que "no existía ningún peligro en los teléfonos móviles" pero sin demostrar sus afirmaciones.
También Stefanie Reuter, encargada de prensa de la Red E-Plus, puesta en marcha en primavera de 1994, respondiendo a la pregunta, dijo únicamente que "actualmente todavía no disponemos de pruebas sobre la red E-"
Unas Señoras bofetadas
La revista "Test Ecológico" subsana ahora lo que hasta hoy no han hecho ni los promotores de redes móviles ni los fabricantes. En el laboratorio es casi imposible reproducir todas y cada una de las condiciones de utilización de los teléfonos móviles en la vida diaria, ya que los teléfonos emiten con más o menos potencia, según situación y distancia a la estación fija más próxima.
Por eso, nosotros hemos realizado las pruebas simulando la peor situación posible que se puede dar en la práctica; a saber cuando por ejemplo, la torre emisora está muy alejada o cuando se interpone entre ésta y el teléfono una masa constructiva densa (casa) ó chapa de acero (coche), en cuyo caso el teléfono tiene que emitir a mayor potencia.
Nuestros expertos han medido las intensidades de radiofrecuencia que emiten las antenas de los teléfonos a una distancia de 30 cms. y con estos datos se han calculado las así llamadas "Densidades de energía".
Nuestro test muestra enormes diferencias entre los distintos aparatos: Así, el Nokia 2110 es el que menos contamina, solamente 345 microwatt/cm2 intensidad de campo, mientras que el Panasonic EB-KJ 3810, equivalente al anterior, produce 1693 mikrowatt/cm2 y es el que más contamina. Pero incluso la densidad de energía calculada sobre el Nokia está muy por encima de los valores tolerados en los países del Este: Mientras que la norma DIN alemana autoriza hasta 450 microwatt/cm2, en la antigua Unión Soviética el máximo tolerado es de 1 microwatt/cm2.
Pero aquí hay que tener en cuenta que los valores alemanes se refieren a un valor medio, calculado teóricamente. Nosotros, en cambio con indudable sentido práctico hemos medido, no el valor medio, sino los valores punta realmente existentes. Esto merece una explicación: Las redes digitales emiten radiación pulsante. Esta radiación se compone de una pulsación máxima, el Peak, y de las pausas entre los Peaks. Los valores DIN se basan en el valor promedio de la suma de peaks más pausas, y no en los valores máximos reales, que inciden sobre el cuerpo. Este procedimiento falsea la imagen y, como dice el profesor Gunther Käs de la Escuela Superior del Ejército de Tierra Alemán, en Nuebiberg, "Si tomamos unas señoras bofetadas y les sumamos las pausas intermedias entre bofetada y bofetada y de ello sacamos el valor medio aritmético, entonces se habrán convertido en suaves caricias".
Resultado de las mediciones
Los teléfonos móviles, medidos a 30 cms. de distancia, están diez mil veces por encima de los valores que provocan alteraciones en el EEG, según el Dr. Lebrecht von Klitzingt el cual, al conocer nuestros resultados, manifestó tengo que decir sinceramente que estoy consternado.
La intensidad de campo que se considera problemática por provocar alteraciones del EEG, se detectaba ya a 90 metros en el aparato de AEG Telcar D-902, a 50 metros en los aparatos AT&T 3230 y Panasonic EB-KJ 3810, a 20 metros en otros aparatos, y en todos sin excepción, a los 10 metros.
Nuestros valores se refieren siempre al así llamado campo lejano, que empieza a los 30 cms. de distancia. Por descontado que a nivel de la cabeza los valores medidos se multiplican. El Dr. Rudiger Mathes, de la Oficina Federal Alemana para Protección contra las Radiaciones nos advirtió de que "en ese supuesto se sobrepasaban con toda seguridad los valores máximos DIN". Lo que pasa es que hasta hoy nunca se han medido o, en todo caso, nunca se han publicado las mediciones.
La empresa sueca Allgon contribuyó a que las cosas quedaran así, por lo menos, de momento, ya que esta firma nos suministró la antena medidora para nuestras investigaciones, pero en cambio, se negó a facilitarnos los datos técnicos de la antena, necesarios para calcular las mediciones a distancias inferiores a 30 cms. Sucedió que durante semanas enteras estuvimos pidiéndoles nos facilitaran los datos requeridos, pero ahora está claro que se dieron cuenta de nuestras intenciones y nos fueron dando excusas una y otra vez, hasta que finalmente, poco antes de cerrar la edición, se negaron en redondo a facilitarnos los datos.
Por otro lado, los fabricantes de los teléfonos también intentan enmascarar la problemática, al declarar que ellos no saben nada. El Portavoz de Telekom ante la prensa, Achim Muth, nos comunicó: "En nuestra casa no se realizan tales mediciones; por tanto, no podemos comparar los resultados".
La Asociación para Investigación de Radiofrecuencias, recientemente creada por la Industria, es evidente que tampoco tiene ninguna prisa por llevar a cabo sus objetivos estatutarios, ya que, ni la Asociación ni su gerente Gerd Friedrich reaccionaron a nuestras repetidas peticiones de una entrevista.
En tanto que los promotores de las redes de telefonía móvil, los fabricantes de teléfonos y los Ministerios se afanan con esfuerzo en retrasar el necesario debate critico sobre la telefonía móvil, las companías de seguros alemanas hace tiempo que han reaccionado: Así, por ejemplo, la Companía de Seguros Allianz manifiesta: "Desde 1993 en la industria excluimos la cobertura del riesgo por radiaciones electromagnéticas."
Como final al reportaje de "Test Ecológico", es de destacar que la falta de investigación en este sector es de, tal magnitud que inspira miedo, y que hay que estar prevenido ante la radiación pulsante.
Wi-Fi en las Escuelas.
Wi-Fi en las escuelas
Dra. Magda Havas, B.Sc, Ph.D.
Environmental and Resource Studies, Trent University, Peterborough, ON, Canadá
Teléf.: (705) 748-1011 X7882 Fax: (705) 748-1569
Correo electrónico: mhavas@trentu.ca
Traducción: Irune (Covace)
5 de mayo de 2009
Carta abierta a los padres/madres, profesores /as y juntas escolares sobre las redes de Wi-Fi en la escuela.
Soy una científica que investiga sobre los efectos de la radiación electromagnética en la salud y cada vez estoy más preocupada por el hecho de que un número creciente de centros escolares están instalando redes de Wi-Fi y poniendo a disposición de las estaciones base de antenas de telefonía móvil sus centros escolares.
El Gobierno Federal del Canadá (Ministerios de Industria y Sanidad), así como los suministradores de esta tecnología les dirán a ustedes que es segura, siempre que los niveles de exposición a las radiaciones de sus radiofrecuencias se mantengan por debajo de los niveles recomendados por el Gobierno Federal.
Esta información, además de no estar actualizada, es incorrecta, como lo atestiguan un número creciente de artículos científicos que informan de efectos biológicos nocivos para la salud por debajo de los niveles máximos recomendados en nuestro Código de Seguridad 6 (véase www.bioinitiative.org) y el creciente número de organizaciones científicas y médicas que están reclamando la aplicación de recomendaciones más estrictas.
Por estas razones, es irresponsable introducir la radiación de microondas Wi-Fi en el entorno escolar donde niños/as de corta edad pasan horas diariamente.
DATOS:
1.RECOMENDACIONES: Las recomendaciones sobre niveles máximos de exposición a las radiaciones de microondas (que son las utilizadas en la tecnología Wi-Fi) varían según el país del mundo de que se trate en cinco órdenes de magnitud. Las directrices más restrictivas son las de Salzburgo, Austria, y recientemente también las de Liechtenstein. En estos países la recomendación es de no superar 0,1 microwatios/cm2. Véase el breve video. ¡En Suiza la recomendación es de no superar 1 microwatio y en Canadá es de 1000 microwatios/cm2!
¿Por qué Canadá tiene recomendaciones que son mucho más permisivas que otros países? Las recomendaciones de Canadá se basan en el efecto térmico a corto plazo (exposición de 6 minutos). Se asume que si esta radiación no eleva la temperatura de los tejidos del cuerpo es “segura”. Pero esto no es correcto. Se ha documentado la existencia de efectos a niveles muy inferiores de los que producen una elevación de la temperatura corporal. Véase el informe adjunto: Analysis of Health and Environmental Effects of Proposed San Francisco Earthlink Wi-Fi Network (2007). Estos efectos biológicos comprenden una mayor permeabilidad de la barrera hemato-encefálica, una mayor afluencia de Calcio, un aumento de las roturas de ADN y del cáncer, la inducción de proteínas de estrés y daños en los nervios. La exposición a esta energía se asocia con alteraciones de los leucocitos en los niños/as de edad escolar; leucemia infantil; trastornos de las funciones motoras, del tiempo de reacción y de la memoria, dolores de cabeza, vértigo, fatiga, debilidad e insomnio.
2. ELECTROHIPERSENSIBILIDAD: un segmento creciente de la población se ve afectado nocivamente por estas frecuencias electromagnéticas. Su enfermedad se conoce como la “electrohipersensibilidad” (EHS) y está reconocida como discapacidad en Suecia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como sigue:
“…fenómeno por el cual algunas personas experimentan efectos nocivos para la salud cuando usan o se encuentran en la proximidad de dispositivos que generan campos eléctricos, magnéticos o electromagnéticos (CEMs)… la EHS es un problema real y a veces debilitante para las personas afectadas, a pesar de que el nivel de CEM en su entorno habitual no sea mayor que el que se encuentra en otros medios ambientes normales. Los niveles de exposición que pueden tolerar estas personas son varios órdenes de magnitud inferiores a los límites aceptados internacionalmente como norma”-
El Departamento de Sanidad de Canadá reconoce en su recomendación del Código de Seguridad 6 que algunas personas son más sensibles que otras a esta forma de energía, pero que todavía no han tratado de resolver el problema con una revisión de sus recomendaciones.
Los síntomas de EHS comprenden trastornos del sueño, fatiga, dolores, nauseas, afecciones cutáneas, problemas oculares y auditivos (tinitus), vértigo, etc. Se calcula que el 3% de la población está gravemente afectada y otro 35% tiene síntomas moderados. La exposición prolongada puede estar asociada al desarrollo de la sensibilización y por esta razón es imperativo que se minimice todo lo posible la exposición de los niños y niñas a la radiación de microondas (Wi-Fi y teléfonos móviles).
3. SENSIBILIDAD DE LOS NIÑOS Y NIÑAS: los niños y niñas son más sensibles a los contaminantes ambientales entre los que figura la radiación electromagnética. El Informe Stewart (2000) recomendó que los niños/as no usaran teléfonos móviles excepto en emergencias. El teléfono móvil expone su cabeza a la radiación de microondas. La conexión inalámbrica a internet (Wi-Fi) expone toda la parte superior del cuerpo y, si se coloca el ordenador portátil sobre la pantorrilla, también quedan expuestos los órganos reproductivos. Evidentemente esto no es recomendable, especialmente para los adolescentes y niños/as de menor edad. Por esta razón es necesario desaconsejar el uso de la tecnología inalámbrica por los niños/as, sobre todo en la escuela primaria. Esto no significa que los estudiantes no puedan conectarse a internet. Sólo quiere decir que el acceso a internet tiene que ser mediante cableado en lugar de por el aire (inalámbrico, Wi-Fi).
4. Desmantelamiento del Wi-Fi: la mayor parte de la gente no quiere vivir cerca de las antenas de una estación base de telefonía móvil o de Wi-Fi por motivos de salud. Sin embargo cuando se usa el Wi-Fi (routers inalámbricos) dentro de un edificio es equivalente a tener una antena instalada en el interior del edificio en lugar de en el exterior, lo cual es potencialmente mucho peor con respecto a la exposición a las microondas, ya que usted se encuentra más cerca de la fuente de emisión.
Las bibliotecas de Francia están quitando el Wi-Fi debido a la preocupación tanto de la comunidad científica como de los empleados y usuarios de las bibliotecas.
La Junta Escolar de la ciudad de Vancouver (VSB) aprobó una resolución en enero de 2005 que prohíbe la instalación de antenas de telefonía móvil en un radio de 1000 pies (305 metros) de los centros escolares.
Palm Beach, Florida, Los Ángeles, California, y Nueva Zelanda han prohibido las antenas y estaciones base de telefonía móvil cerca de las escuelas por motivos de seguridad. La decisión de no colocar antenas cerca de las escuelas se basa en la probabilidad de que los niños/as sean más susceptibles a este tipo de radiación. ¡Es obvio que, si no queremos antenas “cerca” de los centros escolares, con toda seguridad no vamos a querer antenas “dentro” de las escuelas! La ruta más segura es tener acceso a internet a través de cables y no por tecnologías inalámbricas. Si bien esa alternativa es más costosa a corto plazo, es la alternativa menos cara a largo plazo si incluimos el factor del coste en problemas de salud tanto para el personal docente como para los niños y niñas.
5. RECOMENDACIONES: Diversos países y organizaciones han establecido recomendaciones para limitar el uso del teléfono móvil, entre ellos, el Reino Unido (2000), Alemania (2007), Francia, Rusia, India y Bélgica (2008), así como el Departamento de Salud de Toronto (julio de 2008) y el Instituto de Cáncer de Pittsburgh (julio de 2008). Si bien estas recomendaciones se refieren al uso del móvil, son aplicables también a la exposición al Wi-Fi, ya que ambos utilizan la radiación de microondas. Es más, los ordenadores con Wi-Fi exponen una parte mayor del cuerpo a esta radiación que los teléfonos móviles.
6. PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN: Incluso quienes no “aceptan” la ciencia que muestra los efectos biológicos nocivos de la exposición a las microondas tienen que reconocer la necesidad de tener cuidado cuando se trata de la salud de los niños/as. Esta es la razón por la que tenemos el Principio de Precaución, que declara:
A fin de proteger el medio ambiente, los Estados, según su capacidad, deben recurrir a una amplia aplicación del Principio de Precaución. Cuando existan amenazas de daños graves e irreversibles, no se debe utilizar la falta de certidumbre científica total como excusa para aplazar medidas eficaces en relación al coste encaminadas a prevenir la degradación del medio ambiente.
En este caso donde dice “Estados” debe incluirse las Juntas de Gobierno Escolares y a todas las personas que adoptan decisiones relacionadas con la salud de los niños/as.
Los dos entornos ambientales más importantes en la vida de un niño o niña son el hogar (sobre todo su dormitorio) y la escuela. Por esta razón es imperativo que estos dos entornos se mantengan tan seguros como sea posible. Si vamos a cometer un error, por favor, que ese error sea inclinarnos por la excesiva precaución.
Presentado atentamente:
Dra. Magda Havas,
Catedrática
Universidad de Trent
5 de mayo de 2009
Dra. Magda Havas, B.Sc, Ph.D.
Environmental and Resource Studies, Trent University, Peterborough, ON, Canadá
Teléf.: (705) 748-1011 X7882 Fax: (705) 748-1569
Correo electrónico: mhavas@trentu.ca
Traducción: Irune (Covace)
5 de mayo de 2009
Carta abierta a los padres/madres, profesores /as y juntas escolares sobre las redes de Wi-Fi en la escuela.
Soy una científica que investiga sobre los efectos de la radiación electromagnética en la salud y cada vez estoy más preocupada por el hecho de que un número creciente de centros escolares están instalando redes de Wi-Fi y poniendo a disposición de las estaciones base de antenas de telefonía móvil sus centros escolares.
El Gobierno Federal del Canadá (Ministerios de Industria y Sanidad), así como los suministradores de esta tecnología les dirán a ustedes que es segura, siempre que los niveles de exposición a las radiaciones de sus radiofrecuencias se mantengan por debajo de los niveles recomendados por el Gobierno Federal.
Esta información, además de no estar actualizada, es incorrecta, como lo atestiguan un número creciente de artículos científicos que informan de efectos biológicos nocivos para la salud por debajo de los niveles máximos recomendados en nuestro Código de Seguridad 6 (véase www.bioinitiative.org) y el creciente número de organizaciones científicas y médicas que están reclamando la aplicación de recomendaciones más estrictas.
Por estas razones, es irresponsable introducir la radiación de microondas Wi-Fi en el entorno escolar donde niños/as de corta edad pasan horas diariamente.
DATOS:
1.RECOMENDACIONES: Las recomendaciones sobre niveles máximos de exposición a las radiaciones de microondas (que son las utilizadas en la tecnología Wi-Fi) varían según el país del mundo de que se trate en cinco órdenes de magnitud. Las directrices más restrictivas son las de Salzburgo, Austria, y recientemente también las de Liechtenstein. En estos países la recomendación es de no superar 0,1 microwatios/cm2. Véase el breve video. ¡En Suiza la recomendación es de no superar 1 microwatio y en Canadá es de 1000 microwatios/cm2!
¿Por qué Canadá tiene recomendaciones que son mucho más permisivas que otros países? Las recomendaciones de Canadá se basan en el efecto térmico a corto plazo (exposición de 6 minutos). Se asume que si esta radiación no eleva la temperatura de los tejidos del cuerpo es “segura”. Pero esto no es correcto. Se ha documentado la existencia de efectos a niveles muy inferiores de los que producen una elevación de la temperatura corporal. Véase el informe adjunto: Analysis of Health and Environmental Effects of Proposed San Francisco Earthlink Wi-Fi Network (2007). Estos efectos biológicos comprenden una mayor permeabilidad de la barrera hemato-encefálica, una mayor afluencia de Calcio, un aumento de las roturas de ADN y del cáncer, la inducción de proteínas de estrés y daños en los nervios. La exposición a esta energía se asocia con alteraciones de los leucocitos en los niños/as de edad escolar; leucemia infantil; trastornos de las funciones motoras, del tiempo de reacción y de la memoria, dolores de cabeza, vértigo, fatiga, debilidad e insomnio.
2. ELECTROHIPERSENSIBILIDAD: un segmento creciente de la población se ve afectado nocivamente por estas frecuencias electromagnéticas. Su enfermedad se conoce como la “electrohipersensibilidad” (EHS) y está reconocida como discapacidad en Suecia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como sigue:
“…fenómeno por el cual algunas personas experimentan efectos nocivos para la salud cuando usan o se encuentran en la proximidad de dispositivos que generan campos eléctricos, magnéticos o electromagnéticos (CEMs)… la EHS es un problema real y a veces debilitante para las personas afectadas, a pesar de que el nivel de CEM en su entorno habitual no sea mayor que el que se encuentra en otros medios ambientes normales. Los niveles de exposición que pueden tolerar estas personas son varios órdenes de magnitud inferiores a los límites aceptados internacionalmente como norma”-
El Departamento de Sanidad de Canadá reconoce en su recomendación del Código de Seguridad 6 que algunas personas son más sensibles que otras a esta forma de energía, pero que todavía no han tratado de resolver el problema con una revisión de sus recomendaciones.
Los síntomas de EHS comprenden trastornos del sueño, fatiga, dolores, nauseas, afecciones cutáneas, problemas oculares y auditivos (tinitus), vértigo, etc. Se calcula que el 3% de la población está gravemente afectada y otro 35% tiene síntomas moderados. La exposición prolongada puede estar asociada al desarrollo de la sensibilización y por esta razón es imperativo que se minimice todo lo posible la exposición de los niños y niñas a la radiación de microondas (Wi-Fi y teléfonos móviles).
3. SENSIBILIDAD DE LOS NIÑOS Y NIÑAS: los niños y niñas son más sensibles a los contaminantes ambientales entre los que figura la radiación electromagnética. El Informe Stewart (2000) recomendó que los niños/as no usaran teléfonos móviles excepto en emergencias. El teléfono móvil expone su cabeza a la radiación de microondas. La conexión inalámbrica a internet (Wi-Fi) expone toda la parte superior del cuerpo y, si se coloca el ordenador portátil sobre la pantorrilla, también quedan expuestos los órganos reproductivos. Evidentemente esto no es recomendable, especialmente para los adolescentes y niños/as de menor edad. Por esta razón es necesario desaconsejar el uso de la tecnología inalámbrica por los niños/as, sobre todo en la escuela primaria. Esto no significa que los estudiantes no puedan conectarse a internet. Sólo quiere decir que el acceso a internet tiene que ser mediante cableado en lugar de por el aire (inalámbrico, Wi-Fi).
4. Desmantelamiento del Wi-Fi: la mayor parte de la gente no quiere vivir cerca de las antenas de una estación base de telefonía móvil o de Wi-Fi por motivos de salud. Sin embargo cuando se usa el Wi-Fi (routers inalámbricos) dentro de un edificio es equivalente a tener una antena instalada en el interior del edificio en lugar de en el exterior, lo cual es potencialmente mucho peor con respecto a la exposición a las microondas, ya que usted se encuentra más cerca de la fuente de emisión.
Las bibliotecas de Francia están quitando el Wi-Fi debido a la preocupación tanto de la comunidad científica como de los empleados y usuarios de las bibliotecas.
La Junta Escolar de la ciudad de Vancouver (VSB) aprobó una resolución en enero de 2005 que prohíbe la instalación de antenas de telefonía móvil en un radio de 1000 pies (305 metros) de los centros escolares.
Palm Beach, Florida, Los Ángeles, California, y Nueva Zelanda han prohibido las antenas y estaciones base de telefonía móvil cerca de las escuelas por motivos de seguridad. La decisión de no colocar antenas cerca de las escuelas se basa en la probabilidad de que los niños/as sean más susceptibles a este tipo de radiación. ¡Es obvio que, si no queremos antenas “cerca” de los centros escolares, con toda seguridad no vamos a querer antenas “dentro” de las escuelas! La ruta más segura es tener acceso a internet a través de cables y no por tecnologías inalámbricas. Si bien esa alternativa es más costosa a corto plazo, es la alternativa menos cara a largo plazo si incluimos el factor del coste en problemas de salud tanto para el personal docente como para los niños y niñas.
5. RECOMENDACIONES: Diversos países y organizaciones han establecido recomendaciones para limitar el uso del teléfono móvil, entre ellos, el Reino Unido (2000), Alemania (2007), Francia, Rusia, India y Bélgica (2008), así como el Departamento de Salud de Toronto (julio de 2008) y el Instituto de Cáncer de Pittsburgh (julio de 2008). Si bien estas recomendaciones se refieren al uso del móvil, son aplicables también a la exposición al Wi-Fi, ya que ambos utilizan la radiación de microondas. Es más, los ordenadores con Wi-Fi exponen una parte mayor del cuerpo a esta radiación que los teléfonos móviles.
6. PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN: Incluso quienes no “aceptan” la ciencia que muestra los efectos biológicos nocivos de la exposición a las microondas tienen que reconocer la necesidad de tener cuidado cuando se trata de la salud de los niños/as. Esta es la razón por la que tenemos el Principio de Precaución, que declara:
A fin de proteger el medio ambiente, los Estados, según su capacidad, deben recurrir a una amplia aplicación del Principio de Precaución. Cuando existan amenazas de daños graves e irreversibles, no se debe utilizar la falta de certidumbre científica total como excusa para aplazar medidas eficaces en relación al coste encaminadas a prevenir la degradación del medio ambiente.
En este caso donde dice “Estados” debe incluirse las Juntas de Gobierno Escolares y a todas las personas que adoptan decisiones relacionadas con la salud de los niños/as.
Los dos entornos ambientales más importantes en la vida de un niño o niña son el hogar (sobre todo su dormitorio) y la escuela. Por esta razón es imperativo que estos dos entornos se mantengan tan seguros como sea posible. Si vamos a cometer un error, por favor, que ese error sea inclinarnos por la excesiva precaución.
Presentado atentamente:
Dra. Magda Havas,
Catedrática
Universidad de Trent
5 de mayo de 2009
La Tecnologia Wi-Fi
La tecnología Wi-Fi
Pedro Belmonte Espejo (Ecologistas en Acción)
pedrobelmonte@msn.com
El desarrollo de dispositivos informáticos y no-informáticos conectados ha supuesto el crecimiento de la instalación de tecnologías basadas en las radiofrecuencias y microondas que permiten la conexión inalámbrica entre distintos ordenadores y/o portátiles. La tecnología wifi (Wireless Fidelity), ofrece la posibilidad de conexiones rápidas a través de señales de radio sin cables o enchufes. Las tecnologías Bluetooth, wifi, PDAs, WiMAX (wifi de banda ancha) tienen el denominador común de referirse a tecnologías que permiten la comunicación de voz y datos sin utilizar cables.
Estas tecnologías (tecnologías wireless) están reemplazando a los cables de conexión. Las redes inalámbricas tipo Bluetooth, con un alcance de 100 metros o los sistemas wifi, de un alcance superior, donde podemos estar permanentemente conectados. Todos estos sistemas emiten campos electromagnéticos de microondas pulsantes similares a la telefonía móvil.
En el estado español, se adapta la normativa internacional concretada en la banda de 5 gigahercios de frecuencia para sistemas de acceso inalámbricos (WiFi) a la red fija a alta velocidad. Designa la banda de 14 gigahercios para hacer posible el acceso a Internet desde aviones (American Airlines y Delta Air Lines ya tienen previsto incorporarlo) y reserva la banda 2500 a 2690 megahercios para futuras ampliaciones de los sistemas de telefonía móvil de tercera generación UMTS:
Los sistemas wifi y los impactos ambientales y sanitario
Wifi es la abreviatura de Wireless Fidelity, un conjunto de normas para redes inalámbricas (redes en la cual la comunicación entre sus componentes se realiza mediante ondas electromagnéticas); siguiendo las especificaciones técnicas quese ajustan al protocolo IEEE 802.11 o WI-FI; que es un estándar de protocolo de comunicaciones del Institute of Electrical and Electronics Engineers IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos). El IEEE es una asociación profesional mundial que, entre otras cosas, establece protocolos y normas de funcionamiento de los sitemas de comunicación inalámbricos.. Wi-Fi se creó para se utilizada en redes locales inalámbricas de ordenadores LAN (Local Area Network), para usarlo en el acceso a internet.
Los routers wifi emiten a lo sumo 100mW, pero suponen un riesgo para la población escolar por su cercanía a los niños/as en especial a la cabeza, en edad pediátrica, cuando se está desarrollando su cerebro y su sistema nervioso. Los sistemas wifi emiten cuándo hay transferencia de datos. Sin embargo se consigue una mejor conexión y una mayor velocidad con conexión por cable. Habría que usar el wifi como último recurso, cuándo no se pueda establecer conexión por cable y si es absolutamente necesario. No se debería instalar en los dormitorios de los niños o cerca de los mismos Si se emite con menos potencia (del orden de 100mW, por los 2W con los que emite un móvil), sin embargo, en muchas empresas y colegios se emite muy cerca de la persona y su cerebro, en una exposición horaria continua y amplia en ámbitos laborales o en centros de enseñanza durante el horario escolar.
El problema fundamental son los niveles de emisión/inmisión de microondas pulsátiles a los que estamos expuestos, y las emisiones de los sistemas wifi se sumarán a las emisiones de los sistemas de telefonía móvil y, especialmente, en los grupos de edad sensibles como personas mayores o niños/as cuando se instalan estos sistemas, por ejemplo, en centros de enseñanza, unido al problema de una exposición continua a estas emisiones de los trabajadores/as de determinadas empresas. Uno de los riesgos emergentes en el ámbito laboral europeo, son los campos electromagnéticos, riesgos físicos identificados como más peligrosos en un reciente Informe del Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (1).
La polémica mediática sobre el uso de los sistemas wifi comenzó en Gran Bretaña después de que una investigación hecha por el programa Panorama, de la cadena estatal BBC, denunciara los peligros que esta tecnología puede acarrear sobre los seres humanos. Este programa centró sus tesis en que la emisiones de estas ondas radioeléctricas eran tres veces más potentes que las emitidas por un aparato de telefonía móvil, por lo que sus posibles efectos adversos afectarían en la misma proporción. La Agencia de Protección Sanitaria británica quiere acabar con el debate entre científicos y expertos y realizar un estudio sistemático sobre si las emisiones de los sistemas wifi pueden afectar a la salud pública; dado que en el Reino Unido la mayoría de los centros educativos tienen sus redes informáticas conectadas por wifi; con la lógica preocupación entre enseñantes y padres madres de alumnos/as
La Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética (ICEMS) en su conferencia internacional: Aproximación al Principio de Precaución y los Campos Electromagnéticos: Racionalidad, legislación y puesta en práctica, en la ciudad de Benevento, Italia, ( 22-24 de febrero de 2006) llegó a una serie de conclusiones, atrvés de laResolución de Benevento, en la que propone: Promover las alternativas a los sistemas de comunicación sin hilos, por ejemplo: uso de la fibra óptica y de los cables coaxiales (2). Las propuestas del ICEMS para los sistemas inalámbricos urbanos (por ejemplo. Wi-Fi, WIMAX, sistemas de banda ancha por cable o línea eléctrica o tecnologías equivalentes) deben estar sometidas a una revisión pública de la exposición potencial a campos electromagnéticos (CEM) y, en el caso de estar instalados anteriormente, los municipios deben asegurar una información disponible para todos y actualizada regularmente.
La universidad de Lakehead, en Ontario, Canadá, ha eliminado las conexiones Wi-Fi en aquellos lugares donde no se pueda acceder a internet mediante fibra óptica. Fred Gilbert, presidente de la Universidad, se muestra cauteloso con el empleo de dichas redes: "No se conoce el impacto que puede tener sobre las personas el uso de las ondas electromagnéticas", basa esta medida en estudios aparecidos recientemente que relacionan casos cancerígenos ocurridos en animales, y humanos, con estos campos electromagnéticos (3)
El 20 de julio de 2007, el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, señalaba que como medida de precaución son preferibles los sistemas de transmisión de datos por cable como alternativas a los sistemas wifi. Se recomendaba a escuelas y centros de enseñanza que, si era posible, se evitase los sistemas wifi.
En septiembre de 2007 se presentaba el denominado Bioinitiative Report; realizado por un grupo internacional de científicos, investigadores y profesionales de la salud pública (4). La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) ha contribuido en este nuevo informe con un capítulo redactado de un estudio de la propia EEA “Últimas lecciones de las primeras alertas: el principio de precaución 1896-2000” publicado en 2001. El informe expone una detallada información científica sobre los impactos en la salud cuando se está expuesto a la radiación electromagnética cientos y miles de veces por debajo de los límites establecidos. Los autores/as han revisado más de 200 estudios científicos y trabajos de investigación, y han concluido que los niveles existentes de seguridad pública son inadecuados para la protección de la salud. Desde el punto de vista de las políticas de salud pública, unos nuevos límites de seguridad están justificados basados en el peso total de la evidencia.
- Los investigadores señalan que las evidencias sugieren que los efectos biológicos e impactos en la salud pueden ocurrir y de hecho ocurren a niveles mínimos de exposición, niveles que pueden estar miles de veces por debajo de los límites públicos de seguridad actuales. Los campos electromagnéticos de radiofrecuencia o microondas pueden considerarse genotóxicos (que dañan el ADN de las células) bajo ciertas condiciones de exposición, incluyendo los niveles de exposición que están por debajo de los límites de seguridad existentes.
- Advierten además de que niveles muy bajos de exposiciones pueden llevar a las células a producir proteínas de estrés, reconocen las exposiciones a estas emisiones como dañinas y que hay una evidencia substancial de que estas emisiones pueden causar reacciones inflamatorias, reacciones alérgicas y cambiar las funciones inmunes normales a niveles permitidos por los actuales valores limite de seguridad
- También en septiembre de ese año la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) señala que es necesario cuestionar los límites de exposición actuales a los CEM, incluidos los emitidos por los sistemas wifi, de acuerdo con el Grupo de Trabajo BioInitiative (5).
- En noviembre de 2007, El Comité de Higiene y Seguridad (CHS) de la Dirección de Asuntos Culturales de la ciudad de París ha votado la propuesta que reclama una moratoria para la implantación del wifi en bibliotecas y museos hasta haber constatado los efectos sanitarios del wifi”. Las asociaciones alegan los efectos genotóxicos de las frecuencias del wifi. En diciembre la Alcaldía de Paris desactivaba las instalaciones wifi de seis bibliotecas públicas de la ciudad, debido a que los trabajadores se quejaban de problemas de salud, invocando el principio de precaución (6).
- El investigador prof. Olle Johansson, del prestigioso Instituto Karolinska de Estocolmo, ha expresado su preocupación sobre la enorme difusión de los sistemas WiFi, y aseguró que hay miles de artículos científicos relativos a lo efectos adversos.de radiofrecuencias y microondas.
- En el estado federal austriaco de Salzburgo (Austria), el gobierno ha estado sugiriendo a las escuelas no instalar redes WiFi durante los últimos meses, y está considerando una prohibición.
- En Gran Bretaña, Philip Parkin. Secretario General de Voice, antigua Asociación Profesional de Enseñantes , estima que una generación de ninños/as son efectivamente “cobayas en un experimento a gran escala” (7)
- Un estudio ”in vivo“, La tesis doctoral del Dr. Dirk Adang, que trabajó, con 124 ratas, bajo la dirección del catedrático André Vander Vorst en la Universidad Católica de Louvain-La-Neuve en Lovaina (Bélgica), llega a las conclusiones alcanzadas en la tesis en las que alerta sobre que las radiaciones de los teléfonos móviles, las antenas de telefonía y los aparatos Wi-Fi no sólo hacer perder memoria y deterioran el organismo sino que en algunos casos aceleran la muerte.
El Dr. Adang formó con los roedores cuatro grupos; a tres les expuso durante 18 meses a dos horas diarias de radiaciones -cada grupo con distintos niveles e intensidades- y el cuarto no recibió radiación. Las tasas de mortalidad en los tres grupos radiados fueron respectivamente del 48´4%, 58´1% y 61% mientras que en el grupo de control el número de roedores que murió fue de sólo un 29%. Paralelamente, Adang investigó el impacto sobre la memoria y la conclusión fue que una larga exposición -15 meses- causa “evidentes pérdidas de memoria”.
El catedrático que ha dririgido la tesis, Vander Vorst, reconoció haberse quedado “impresionado” con el hecho descubierto y agregó que, aunque los resultados no pueden extrapolarse sin más a los humanos, todo indica que “es necesario dictar normas más rigurosas mientras no se pruebe que estas radiaciones no son peligrosas para la salud. Las normas actuales de radiación máxima en la mayor parte de los países europeos no son suficientemente estrictas a excepción de Suiza y Luxemburgo”. (8)
En enero de 2009, residentes de la ciudad de Glastonbury (Reino Unido) han afirmando que una red Wi-Fi es la responsable de una serie de problemas de salud que están sufriendo. También en Canterbury, el Consejo Parroquial se ha opuesto a la solicitudBélgica, Italia y Austria ya han limitado severamente el límite máximo permisible para las emisiones de Wi-Fi y en Alemania el gobierno está asesorando para que el público en general vuelva a la banda ancha por cable.
- En el estado español, el Ayuntamiento de Basauri (Vizcaya) ha anunciado que va a sustituir poco a poco las redes inalámbricas de acceso a Internet, existentes en las Casas de Cultura por otras de cable ADSL (9).También se han producido movilizaciones vecinales y ecologistas a favor de otras alternativas de acceso a Internet frente al sistema wifi en Valladolid y en León, paralizando un juzgado, en este último caso, de forma cautelar, el despliegue de las antenas wifi en el casco histórico (10).
Conclusiones
Las antenas Wifi se pueden comprar por Internet y por lo tanto su radiación es más incierta que la de las estaciones base de telefonía móvil. En la práctica, nadie regula dichas potencias ni el número de usuarios 'on-line', y cualquiera puede montar una estación base en su casa. Un panorama realmente caótico si consideramos sus riesgos.
Es necesaria, por tanto, una moratoria en su implantación, al menos en centros de enseñanzas, bibliotecas públicas y universidades y edificios públicos y su sustitución, también en ambientes laborales en ambientes laborales, por sistemas ADSL de cableado coaxial o fibra óptica.
El desarrollo de un mayo control sobre los niveles de emisión/ inmisión de las antenas y sistemas wifi es una labor concreta de administraciones locales, regionales y las inspecciones territoriales de telecomunicaciones que eviten la proliferación caótica que han supuesto los anteriores despliegues de las redes de telefonía móvil.
Pedro Belmonte Espejo (Ecologistas en Acción)
pedrobelmonte@msn.com
El desarrollo de dispositivos informáticos y no-informáticos conectados ha supuesto el crecimiento de la instalación de tecnologías basadas en las radiofrecuencias y microondas que permiten la conexión inalámbrica entre distintos ordenadores y/o portátiles. La tecnología wifi (Wireless Fidelity), ofrece la posibilidad de conexiones rápidas a través de señales de radio sin cables o enchufes. Las tecnologías Bluetooth, wifi, PDAs, WiMAX (wifi de banda ancha) tienen el denominador común de referirse a tecnologías que permiten la comunicación de voz y datos sin utilizar cables.
Estas tecnologías (tecnologías wireless) están reemplazando a los cables de conexión. Las redes inalámbricas tipo Bluetooth, con un alcance de 100 metros o los sistemas wifi, de un alcance superior, donde podemos estar permanentemente conectados. Todos estos sistemas emiten campos electromagnéticos de microondas pulsantes similares a la telefonía móvil.
En el estado español, se adapta la normativa internacional concretada en la banda de 5 gigahercios de frecuencia para sistemas de acceso inalámbricos (WiFi) a la red fija a alta velocidad. Designa la banda de 14 gigahercios para hacer posible el acceso a Internet desde aviones (American Airlines y Delta Air Lines ya tienen previsto incorporarlo) y reserva la banda 2500 a 2690 megahercios para futuras ampliaciones de los sistemas de telefonía móvil de tercera generación UMTS:
Los sistemas wifi y los impactos ambientales y sanitario
Wifi es la abreviatura de Wireless Fidelity, un conjunto de normas para redes inalámbricas (redes en la cual la comunicación entre sus componentes se realiza mediante ondas electromagnéticas); siguiendo las especificaciones técnicas quese ajustan al protocolo IEEE 802.11 o WI-FI; que es un estándar de protocolo de comunicaciones del Institute of Electrical and Electronics Engineers IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos). El IEEE es una asociación profesional mundial que, entre otras cosas, establece protocolos y normas de funcionamiento de los sitemas de comunicación inalámbricos.. Wi-Fi se creó para se utilizada en redes locales inalámbricas de ordenadores LAN (Local Area Network), para usarlo en el acceso a internet.
Los routers wifi emiten a lo sumo 100mW, pero suponen un riesgo para la población escolar por su cercanía a los niños/as en especial a la cabeza, en edad pediátrica, cuando se está desarrollando su cerebro y su sistema nervioso. Los sistemas wifi emiten cuándo hay transferencia de datos. Sin embargo se consigue una mejor conexión y una mayor velocidad con conexión por cable. Habría que usar el wifi como último recurso, cuándo no se pueda establecer conexión por cable y si es absolutamente necesario. No se debería instalar en los dormitorios de los niños o cerca de los mismos Si se emite con menos potencia (del orden de 100mW, por los 2W con los que emite un móvil), sin embargo, en muchas empresas y colegios se emite muy cerca de la persona y su cerebro, en una exposición horaria continua y amplia en ámbitos laborales o en centros de enseñanza durante el horario escolar.
El problema fundamental son los niveles de emisión/inmisión de microondas pulsátiles a los que estamos expuestos, y las emisiones de los sistemas wifi se sumarán a las emisiones de los sistemas de telefonía móvil y, especialmente, en los grupos de edad sensibles como personas mayores o niños/as cuando se instalan estos sistemas, por ejemplo, en centros de enseñanza, unido al problema de una exposición continua a estas emisiones de los trabajadores/as de determinadas empresas. Uno de los riesgos emergentes en el ámbito laboral europeo, son los campos electromagnéticos, riesgos físicos identificados como más peligrosos en un reciente Informe del Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (1).
La polémica mediática sobre el uso de los sistemas wifi comenzó en Gran Bretaña después de que una investigación hecha por el programa Panorama, de la cadena estatal BBC, denunciara los peligros que esta tecnología puede acarrear sobre los seres humanos. Este programa centró sus tesis en que la emisiones de estas ondas radioeléctricas eran tres veces más potentes que las emitidas por un aparato de telefonía móvil, por lo que sus posibles efectos adversos afectarían en la misma proporción. La Agencia de Protección Sanitaria británica quiere acabar con el debate entre científicos y expertos y realizar un estudio sistemático sobre si las emisiones de los sistemas wifi pueden afectar a la salud pública; dado que en el Reino Unido la mayoría de los centros educativos tienen sus redes informáticas conectadas por wifi; con la lógica preocupación entre enseñantes y padres madres de alumnos/as
La Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética (ICEMS) en su conferencia internacional: Aproximación al Principio de Precaución y los Campos Electromagnéticos: Racionalidad, legislación y puesta en práctica, en la ciudad de Benevento, Italia, ( 22-24 de febrero de 2006) llegó a una serie de conclusiones, atrvés de laResolución de Benevento, en la que propone: Promover las alternativas a los sistemas de comunicación sin hilos, por ejemplo: uso de la fibra óptica y de los cables coaxiales (2). Las propuestas del ICEMS para los sistemas inalámbricos urbanos (por ejemplo. Wi-Fi, WIMAX, sistemas de banda ancha por cable o línea eléctrica o tecnologías equivalentes) deben estar sometidas a una revisión pública de la exposición potencial a campos electromagnéticos (CEM) y, en el caso de estar instalados anteriormente, los municipios deben asegurar una información disponible para todos y actualizada regularmente.
La universidad de Lakehead, en Ontario, Canadá, ha eliminado las conexiones Wi-Fi en aquellos lugares donde no se pueda acceder a internet mediante fibra óptica. Fred Gilbert, presidente de la Universidad, se muestra cauteloso con el empleo de dichas redes: "No se conoce el impacto que puede tener sobre las personas el uso de las ondas electromagnéticas", basa esta medida en estudios aparecidos recientemente que relacionan casos cancerígenos ocurridos en animales, y humanos, con estos campos electromagnéticos (3)
El 20 de julio de 2007, el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, señalaba que como medida de precaución son preferibles los sistemas de transmisión de datos por cable como alternativas a los sistemas wifi. Se recomendaba a escuelas y centros de enseñanza que, si era posible, se evitase los sistemas wifi.
En septiembre de 2007 se presentaba el denominado Bioinitiative Report; realizado por un grupo internacional de científicos, investigadores y profesionales de la salud pública (4). La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) ha contribuido en este nuevo informe con un capítulo redactado de un estudio de la propia EEA “Últimas lecciones de las primeras alertas: el principio de precaución 1896-2000” publicado en 2001. El informe expone una detallada información científica sobre los impactos en la salud cuando se está expuesto a la radiación electromagnética cientos y miles de veces por debajo de los límites establecidos. Los autores/as han revisado más de 200 estudios científicos y trabajos de investigación, y han concluido que los niveles existentes de seguridad pública son inadecuados para la protección de la salud. Desde el punto de vista de las políticas de salud pública, unos nuevos límites de seguridad están justificados basados en el peso total de la evidencia.
- Los investigadores señalan que las evidencias sugieren que los efectos biológicos e impactos en la salud pueden ocurrir y de hecho ocurren a niveles mínimos de exposición, niveles que pueden estar miles de veces por debajo de los límites públicos de seguridad actuales. Los campos electromagnéticos de radiofrecuencia o microondas pueden considerarse genotóxicos (que dañan el ADN de las células) bajo ciertas condiciones de exposición, incluyendo los niveles de exposición que están por debajo de los límites de seguridad existentes.
- Advierten además de que niveles muy bajos de exposiciones pueden llevar a las células a producir proteínas de estrés, reconocen las exposiciones a estas emisiones como dañinas y que hay una evidencia substancial de que estas emisiones pueden causar reacciones inflamatorias, reacciones alérgicas y cambiar las funciones inmunes normales a niveles permitidos por los actuales valores limite de seguridad
- También en septiembre de ese año la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) señala que es necesario cuestionar los límites de exposición actuales a los CEM, incluidos los emitidos por los sistemas wifi, de acuerdo con el Grupo de Trabajo BioInitiative (5).
- En noviembre de 2007, El Comité de Higiene y Seguridad (CHS) de la Dirección de Asuntos Culturales de la ciudad de París ha votado la propuesta que reclama una moratoria para la implantación del wifi en bibliotecas y museos hasta haber constatado los efectos sanitarios del wifi”. Las asociaciones alegan los efectos genotóxicos de las frecuencias del wifi. En diciembre la Alcaldía de Paris desactivaba las instalaciones wifi de seis bibliotecas públicas de la ciudad, debido a que los trabajadores se quejaban de problemas de salud, invocando el principio de precaución (6).
- El investigador prof. Olle Johansson, del prestigioso Instituto Karolinska de Estocolmo, ha expresado su preocupación sobre la enorme difusión de los sistemas WiFi, y aseguró que hay miles de artículos científicos relativos a lo efectos adversos.de radiofrecuencias y microondas.
- En el estado federal austriaco de Salzburgo (Austria), el gobierno ha estado sugiriendo a las escuelas no instalar redes WiFi durante los últimos meses, y está considerando una prohibición.
- En Gran Bretaña, Philip Parkin. Secretario General de Voice, antigua Asociación Profesional de Enseñantes , estima que una generación de ninños/as son efectivamente “cobayas en un experimento a gran escala” (7)
- Un estudio ”in vivo“, La tesis doctoral del Dr. Dirk Adang, que trabajó, con 124 ratas, bajo la dirección del catedrático André Vander Vorst en la Universidad Católica de Louvain-La-Neuve en Lovaina (Bélgica), llega a las conclusiones alcanzadas en la tesis en las que alerta sobre que las radiaciones de los teléfonos móviles, las antenas de telefonía y los aparatos Wi-Fi no sólo hacer perder memoria y deterioran el organismo sino que en algunos casos aceleran la muerte.
El Dr. Adang formó con los roedores cuatro grupos; a tres les expuso durante 18 meses a dos horas diarias de radiaciones -cada grupo con distintos niveles e intensidades- y el cuarto no recibió radiación. Las tasas de mortalidad en los tres grupos radiados fueron respectivamente del 48´4%, 58´1% y 61% mientras que en el grupo de control el número de roedores que murió fue de sólo un 29%. Paralelamente, Adang investigó el impacto sobre la memoria y la conclusión fue que una larga exposición -15 meses- causa “evidentes pérdidas de memoria”.
El catedrático que ha dririgido la tesis, Vander Vorst, reconoció haberse quedado “impresionado” con el hecho descubierto y agregó que, aunque los resultados no pueden extrapolarse sin más a los humanos, todo indica que “es necesario dictar normas más rigurosas mientras no se pruebe que estas radiaciones no son peligrosas para la salud. Las normas actuales de radiación máxima en la mayor parte de los países europeos no son suficientemente estrictas a excepción de Suiza y Luxemburgo”. (8)
En enero de 2009, residentes de la ciudad de Glastonbury (Reino Unido) han afirmando que una red Wi-Fi es la responsable de una serie de problemas de salud que están sufriendo. También en Canterbury, el Consejo Parroquial se ha opuesto a la solicitud
- En el estado español, el Ayuntamiento de Basauri (Vizcaya) ha anunciado que va a sustituir poco a poco las redes inalámbricas de acceso a Internet, existentes en las Casas de Cultura por otras de cable ADSL (9).También se han producido movilizaciones vecinales y ecologistas a favor de otras alternativas de acceso a Internet frente al sistema wifi en Valladolid y en León, paralizando un juzgado, en este último caso, de forma cautelar, el despliegue de las antenas wifi en el casco histórico (10).
Conclusiones
Las antenas Wifi se pueden comprar por Internet y por lo tanto su radiación es más incierta que la de las estaciones base de telefonía móvil. En la práctica, nadie regula dichas potencias ni el número de usuarios 'on-line', y cualquiera puede montar una estación base en su casa. Un panorama realmente caótico si consideramos sus riesgos.
Es necesaria, por tanto, una moratoria en su implantación, al menos en centros de enseñanzas, bibliotecas públicas y universidades y edificios públicos y su sustitución, también en ambientes laborales en ambientes laborales, por sistemas ADSL de cableado coaxial o fibra óptica.
El desarrollo de un mayo control sobre los niveles de emisión/ inmisión de las antenas y sistemas wifi es una labor concreta de administraciones locales, regionales y las inspecciones territoriales de telecomunicaciones que eviten la proliferación caótica que han supuesto los anteriores despliegues de las redes de telefonía móvil.
Contaminacion Electromagnetica
El medio ambiente natural está trastocado desde la aparición de campos electromagnéticos artificiales. En los últimos tiempos se ha producido un espectacular aumento del fondo electromagnético, originado por líneas de transporte eléctrico, transformadores, antenas emisoras de telefonía, radio y televisión, radares, aparatos eléctricos, teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, electrodomésticos, etcétera, dando lugar a lo que podemos denominar: contaminación electromagnética.
Nos encontramos sometidos constantemente a radiaciones artificiales de forma indiscriminada, a pesar de los consabidos riesgos que ello supone y, lo que es más grave, de hecho continúa aumentando sin ninguna clase de control, pues la ausencia de legislaciones coherentes con la problemática permite esta exposición incontrolada. Por todo ello, podemos afirmar que el delicado equilibrio del medio ambiente natural ha sido substancialmente alterado.
En los países industrializados gran parte de la población está expuesta, en mayor o menor medida, a campos electromagnéticos potencialmente peligrosos para la salud. Esta exposición sucede tanto en las viviendas como en el lugar de trabajo e incluso en calles, parques, escuelas, geriátricos y hospitales.
El umbral de riesgo viene marcado por la sensibilidad o predisposición personal, aunque existen unos valores límite orientativos, concebidos en base a las investigaciones independientes realizadas. Si bien, en principio, cualquier variación de los niveles de radiación natural tiene un efecto biológico sobre los organismos expuestos.
El aumento desenfrenado de focos emisores de contaminación electromagnética (líneas de alta tensión y de distribución eléctrica en general, estaciones de transformación, electrodomésticos, vías de transporte electrificadas, emisoras de telefonía móvil, radio y televisión, radares, etc.) ha añadido nuevos factores de riesgo para la salud de las actuales generaciones y para las futuras, ya que este tipo de contaminación puede afectar a la información genética.
En esta página podrá encontrar sentencias, normativas, investigaciones, etcétera, relacionadas con la contaminación electromagnética.
Nos encontramos sometidos constantemente a radiaciones artificiales de forma indiscriminada, a pesar de los consabidos riesgos que ello supone y, lo que es más grave, de hecho continúa aumentando sin ninguna clase de control, pues la ausencia de legislaciones coherentes con la problemática permite esta exposición incontrolada. Por todo ello, podemos afirmar que el delicado equilibrio del medio ambiente natural ha sido substancialmente alterado.
En los países industrializados gran parte de la población está expuesta, en mayor o menor medida, a campos electromagnéticos potencialmente peligrosos para la salud. Esta exposición sucede tanto en las viviendas como en el lugar de trabajo e incluso en calles, parques, escuelas, geriátricos y hospitales.
El umbral de riesgo viene marcado por la sensibilidad o predisposición personal, aunque existen unos valores límite orientativos, concebidos en base a las investigaciones independientes realizadas. Si bien, en principio, cualquier variación de los niveles de radiación natural tiene un efecto biológico sobre los organismos expuestos.
El aumento desenfrenado de focos emisores de contaminación electromagnética (líneas de alta tensión y de distribución eléctrica en general, estaciones de transformación, electrodomésticos, vías de transporte electrificadas, emisoras de telefonía móvil, radio y televisión, radares, etc.) ha añadido nuevos factores de riesgo para la salud de las actuales generaciones y para las futuras, ya que este tipo de contaminación puede afectar a la información genética.
En esta página podrá encontrar sentencias, normativas, investigaciones, etcétera, relacionadas con la contaminación electromagnética.
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